Presentan a ‘Cerecito’, cachorro sobreviviente de ‘Cereza’, la perrita rescatada en Iztapalapa
La explosión de una pipa de gas LP ocurrida el 10 de septiembre en el Puente de La Concordia, alcaldía Iztapalapa, CDMX, dejó al menos ocho personas muertas, 94 lesionadas y más de 20 vehículos incendiados.
En medio del caos, brigadistas de protección animal rescataron a Cereza, una perrita embarazada con quemaduras graves en más del 30% de su cuerpo; su estado crítico obligó a realizarle una cesárea de emergencia, de la cual nacieron cinco cachorros prematuros.
Doce días después, la organización ‘Huellitas, amor sin fronteras’ presentó públicamente a Cerecito, el único sobreviviente de esa camada, el cual, actualmente permanece bajo alimentación asistida y estimulación materna, mientras Cereza continúa en recuperación tras someterse a tres cirugías para retirar tejido necrosado. La historia ha generado una ola de solidaridad en redes sociales, donde se solicita apoyo económico para cubrir los gastos veterinarios de ambos.
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¿Cómo fue el rescate de Cereza y su cría?
Tras el siniestro, brigadistas de protección animal y voluntarios locales iniciaron recorridos entre escombros y vehículos calcinados. En uno de los puntos más afectados, hallaron a Cereza, una perrita mestiza con quemaduras profundas, signos de parto prematuro y marcas de maltrato. Su traslado urgente al refugio Huellitas permitió estabilizarla y preparar una cesárea de emergencia.
El procedimiento se realizó en condiciones críticas, pues Cereza presentaba anemia, desnutrición y riesgo de shock. La intervención permitió el nacimiento de cinco cachorros, aunque el pronóstico era reservado y, desde entonces, el equipo veterinario ha documentado su evolución clínica, con énfasis en el manejo de heridas, control de infecciones y respuesta emocional ante el entorno de recuperación.
La historia de Cereza y Cerecito ha movilizado redes sociales, organizaciones animalistas y medios locales, no solo por su carga emocional, sino por evidenciar la urgencia de protocolos de rescate animal en desastres urbanos. Mientras la fundación Huellitas mantiene abierta la convocatoria de apoyo económico y médico, el caso se convierte en símbolo de resistencia y vínculo materno.
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