Debilidad. La tenista bielorrusa ha caído en tres semifinales de Wimbledon; 2021, 2023 y ahora, también en la edición 2025.
La número uno del mundo, Aryna Sabalenka, quedó eliminada este miércoles en las semifinales de Wimbledon 2025 tras caer en un intenso duelo ante la estadounidense Amanda Anisimova por 6-4, 4-6 y 6-4. Con este revés, la bielorrusa se despide de su sueño de conquistar el Grand Slam británico y extiende su sequía en el césped londinense, donde también tropezó en semis en 2021 y 2023.
Sabalenka llegaba como máxima favorita, con una racha sólida en Grand Slams y la expectativa de alcanzar su cuarta final consecutiva en torneos mayores. Sin embargo, se encontró con una rival inspirada que supo resistir el poderío de su saque y devolver con precisión en los momentos críticos.
EUA quiere brillar
Amanda Anisimova, actualmente número 18 del mundo, protagonizó una actuación memorable al vencer a Sabalenka en un partido marcado por la intensidad y el temple. La tenista estadounidense, que había estado alejada del circuito por motivos de salud mental, muestra una evolución notable en su juego y disputará su primera final de Grand Slam.
Durante el encuentro, la estadounidense se mantuvo firme desde el fondo, neutralizando el servicio de su rival y aprovechando los errores no forzados en momentos clave. Su capacidad para adaptarse a la potencia de Sabalenka y generar ángulos incómodos fue decisiva en el tramo final del tercer set.
El cesped, un bache
La derrota representa otro tropiezo doloroso para Sabalenka en Londres, donde históricamente ha mostrado buen nivel sin lograr concretar su pase a la final. A pesar de su dominio en otras superficies, el césped continúa siendo su gran pendiente y este resultado, a nivel de ranking, podría hacer que la bielorrusa pierda puntos importantes, aunque su posición en la cima del WTA aún no corre peligro inmediato.
En contraste, Anisimova se prepara para disputar el título ante la ganadora del duelo entre Swiatek y Bencic, en una final que promete emociones fuertes y podría marcar un cambio generacional en el circuito femenino.