Ser y parecer
"Yo no doy instrucciones más que a mi gabinete para cumplir con nuestro plan de gobierno. Lo que sí hago es compartir lo que pienso, y pienso que el poder se ejerce con humildad y que debemos ser austeros". La frase de la presidenta Sheinbaum, días atrás en la conferencia mañanera, en atención a los cuestionamientos sobre funcionarios o legisladores de la 4T que han elegido viajar al extranjero para disfrutar sus vacaciones, marca una distancia entre la bajada de línea presidencial sobre el tema de la austeridad, el ser y parecer, y las peculiares ansias de personalidades oficialistas por darse vida de fifís.
El sexenio anterior, una boda de lujo, en este caso de César Yáñez, en el 2018, colaborador cercano del en aquel entonces presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, de la cual se publicaron detalles en la revista "Hola!", generó un escándalo mayúsculo para el tipo que enarboló, desde el primer día de gestión, la bandera de la austeridad republicana.
Tres años después, Santiago Nieto, quien fuera el ex titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, celebró su matrimonio. Ciertamente tomó recaudos. Eligió hacerlo fuera del país (en Antigua, Guatemala) y además hizo firmar, a sus exclusivos invitados, una cláusula de confidencialidad para que no subieran fotos o videos a las redes sociales. Sin embargo, salieron a la luz detalles de la elegante fiesta y Nieto se vio obligado a presentar su renuncia.
Este verano, personalidades de la 4T se soltaron el chongo y lejos de elegir destinos turísticos nacionales, más apegados a lo que la congruencia les demanda, prefirieron destinos internacionales. Lejos de considerar el viajar a Chiapas, Oaxaca o Cuautla, Morelos, Madrid, España, Lisboa, Portugal y Tokio, Japón fueron los sitios elegidos por algunos personajes del oficialismo.
Ricardo Monrreal, que cobró notoriedad por transportarse de un lugar a otro en la CDMX, a través de la renta de un helicóptero, viajó a la capital español para festejar los 40 años de matrimonio con su mujer.
Mario Delgado, secretario de Educación y ex presidente nacional de Morena, fue captado comiendo en el lujoso Hotel Pousada de Lisboa, en Portugal. Eso sí, salió a declarar: "Sí, efectivamente, salí unos días con mis propios recursos y sin descuidar mis responsabilidades". Eso, desde luego, no lo exime de atentar en contra de la austeridad ni mucho menos de ejercer con humildad el poder como demanda la presidenta.
Por su parte, Andres Manuel López Beltrán, mejor conocido como "Andy", a quien muy poco le importó el congreso nacional de Morena, al cual no asistió, fue captado haciendo fila, eso sí, en el bufet del restaurant del exclusivo hotel Okura, de Tokio, Japón. En donde por cierto fue acompañado por el diputado federal morenista, Daniel Asaf Manjarrez.
Es verdad que en su tiempo libre y mientras que sean con recursos propios los funcionarios del gobierno federal o los legisladores puedan salir a pasear a donde les de la regalada gana. Pero si asumen una postura de "progres" o de cumplir legados juaristas de austeridad deben de ser congruentes y, sobre todo, atender la bajada de línea de su líder, la presidenta de México.
Con su tiempo libre y su dinero pueden hacer lo que les plazca. Pero están obligados a atender un código de conducta que les impone su jerarca y, sobre todo, deben de ser congruentes. Ser y parecer.
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