“Si perdemos la fauna, perdemos la Riviera Maya”: Carlos Antonio Mimenza Novelo en exclusiva

En Quintana Roo, uno de los destinos turísticos más dinámicos del país, el crecimiento urbano avanza con rapidez, a menudo en tensión con la riqueza natural que distingue a la región. La selva, los cenotes y la fauna local conviven con la expansión de complejos habitacionales, hoteles y servicios. En este escenario, Carlos Antonio Mimenza Novelo, empresario quintanarroense con una larga trayectoria en el sector inmobiliario y en proyectos de conservación, ha planteado la necesidad de encontrar un equilibrio real entre desarrollo y sostenibilidad.

Su experiencia lo ha llevado a impulsar iniciativas como el Akumal Monkey Sanctuary & Rescued Animals, además de reflexionar sobre la responsabilidad que el capital privado debe asumir en la protección ambiental. Con esta visión, propone que el futuro de las ciudades se construya sin perder de vista la biodiversidad que las hace únicas.

A continuación, una conversación donde Carlos Antonio Mimenza Novelo comparte su perspectiva sobre los retos de edificar sin destruir y el papel que pueden desempeñar tanto la sociedad como los inversionistas en este proceso.

Desde tu experiencia, Carlos Antonio Mimenza Novelo, ¿qué papel juega la sostenibilidad en el desarrollo urbano actual?

La sostenibilidad ya no puede verse como un añadido. Cuando se construyen ciudades sin prever la movilidad, los espacios verdes o el acceso al agua, el resultado es un entorno desconectado de la vida de las personas. Desde mi perspectiva, cualquier proyecto debe integrar estos elementos desde el inicio, porque lo contrario genera presión sobre los servicios y afecta directamente la calidad de vida.

Has impulsado el Akumal Monkey Sanctuary. ¿Cómo nació esta iniciativa y qué buscas transmitir?

El santuario surgió de la necesidad de atender a animales que no tenían un espacio adecuado para su recuperación. Con el tiempo, se transformó en un lugar que combina rescate de fauna, educación y turismo responsable. Lo que queremos transmitir es que la conservación no depende solo del sector público; también la iniciativa privada y la comunidad pueden colaborar en este esfuerzo.

¿Qué importancia le das a la participación ciudadana y académica en proyectos de conservación?

Es fundamental. Hemos establecido convenios con universidades que envían estudiantes de biología y veterinaria a realizar prácticas, y también recibimos a niños de escuelas locales. Si las nuevas generaciones comprenden el valor de la biodiversidad, estarán más preparadas para cuidarla. La sostenibilidad no puede construirse solo con discursos; necesita decisiones colectivas y compromisos visibles.

En el sector inmobiliario, ¿cómo se enfrenta el dilema entre rentabilidad y cuidado ambiental?

Es un reto constante. Siempre existe la presión de obtener resultados rápidos, pero la verdadera sostenibilidad se demuestra cuando las decisiones resisten esa presión. He repetido muchas veces que ser sostenible en el papel es sencillo; lo difícil es sostenerlo en la práctica, sobre todo cuando los números empujan en la dirección contraria.

¿Crees que el sector privado tiene un papel clave en el equilibrio urbano-ambiental?

Sin duda. Los inversionistas transforman ciudades, pero deben hacerlo con una visión de largo plazo. Si las decisiones se toman solo para atender necesidades inmediatas, el resultado es sobredensificación y deterioro ambiental. En cambio, cuando el capital privado asume su responsabilidad, puede convertirse en un motor de ciudades más equilibradas y funcionales.

Finalmente, Carlos Antonio Mimenza Novelo, ¿qué mensaje te gustaría dejar sobre el futuro de Quintana Roo en esta materia?

Me interesa que las generaciones futuras reconozcan que hubo esfuerzos reales por conciliar desarrollo y respeto a la naturaleza. No se trata únicamente de infraestructura, sino de dejar un legado donde la identidad cultural y la biodiversidad sigan formando parte esencial de la vida urbana. Ese es el equilibrio que debemos buscar.

Al finalizar la entrevista, Carlos Antonio Mimenza Novelo deja en claro que la sostenibilidad debe convertirse en eje del desarrollo de la Riviera Maya. Su planteamiento coloca a la biodiversidad como un activo estratégico para el futuro económico y social de Quintana Roo. La idea de un urbanismo responsable, capaz de integrar naturaleza y progreso, se proyecta como el verdadero desafío para quienes hoy toman decisiones sobre el territorio.