Postura. Perciben pasividad de las autoridades para renegociar la apertura de la frontera al ganado mexicano.
A pesar del impacto económico que están sufriendo los exportadores de ganado por el cierre de la frontera de Estados Unidos, el Gobierno Federal no está actuando para resolverlo.
La diputada federal Patricia Jiménez Delgado exhibió que con meses de anticipación se había advertido a la Federación el riesgo sanitario que existía en la frontera sur de México, por la corrupción que estaba permitiendo el cruce indiscriminado de ganado procedente de Centro y Sudamérica.
Dichos actos de corrupción estaban exentando las revisiones a las condiciones sanitarias del ganado, lo que terminó por detonar la actual crisis por presencia del gusano barrenador en el sur de México.
Cabe recordar que el pasado 11 de mayo las autoridades norteamericanas decretaron el cierre de sus fronteras a la compra de ganado mexicano, por más de 900 casos de gusano barrenador que, a la fecha, no solamente se ha extendido a aves de traspatio, bovinos, equinos y borregos, sino a humanos.
Jiménez Delgado señaló que la petición de reconsideración para la reapertura de la frontera debería estarla haciendo el Gobierno Federal, no los productores ganaderos mexicanos con sus homólogos de Estados Unidos, pero esto no está ocurriendo.
"Para eso están los Secretarios y son los que tienen que tener la comunicación en el extranjero, con quien tenga que hacerse; no lo están haciendo. Tan es así que los empresarios, los ganaderos, los que son los directamente perjudicados, son los que están queriendo hacer algo", agregó.