Doloroso. Un elevado de sacrificio en la novena entrada terminó por sentenciar el marcador, cerrando la noche.
Como parte del último juego de la serie, la novena de Caliente de Durango recibió nuevamente a Algodoneros de Unión Laguna en el Estadio Francisco Villa. El encuentro trascendía la posibilidad de una barrida: los rojinegros llegaban con una racha de seis triunfos consecutivos, y lo que estaba en disputa no era solo el resultado, sino el honor y la honra.
TOMA Y DACA
En una noche cargada de tensión y vaivenes, Caliente de Durango sostuvo con uñas y dientes su invicto. Los Algodoneros se adelantaron en la cuarta entrada con un racimo de tres carreras, producto de un oportuno doble de José Heberto Félix que colocó la pizarra 3-0. La respuesta fue inmediata, pues un cuadrangular por el central de Drew Lugbauer acercó a Caliente y permitió recortar distancias con anotaciones de C.J. Hinojosa y Sabriel Polanco, volteando el marcador 4-3.
La igualdad resurgió en la sexta. Jonathan Villar aprovechó un lanzamiento desviado y cruzó el plato, nivelando la pizarra en cuatro. A partir de ahí, la dinámica del encuentro cambió; los ajustes desde el bullpen, los turnos al bate y las jugadas defensivas marcaron el ritmo de la segunda mitad.
LA CAÍDA DEL GRANDE
No obstante, todo cambió en la última oportunidad, cuando la novena duranguense se mantuvo firme hasta que Jonathan Schoop conectó elevado de sacrificio al izquierdo, permitiendo la carrera del desempate: Unión Laguna se colocó 5-4, marcador que se mantuvo hasta el final.
La última entrada se vivió al filo del suspenso: movimientos en la loma, sustituciones defensivas y jugadas de selección evidenciaron el carácter competitivo de ambos equipos. Caliente se quedó corto en el intento final y vio cortada su racha triunfal, cayendo con la frente en alto.