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'Las cuadrillas' en la región de Simón Bolívar y Santa Clara, Durango

Habitantes de las comunidad de J. Isabel Robles (antes Santa Cruz de Rancherías), bailando unas 'cuadrillas'.

Habitantes de las comunidad de J. Isabel Robles (antes Santa Cruz de Rancherías), bailando unas 'cuadrillas'.

ERNESTO JURADO

Durante el Siglo XIX, las grandes élites liberales en México tenían gran influencia de la cultura europea especialmente de Francia; a finales de la década de 1820, las cuadrillas comenzaron a usarse en París y para 1830 ya se dieron a conocer en México. En Durango como en varios estados de la República Mexicana, para la segunda mitad del Siglo XIX, las cuadrillas llegaron con la moda de los bailes de salón como referentes de elegancia y civilización entre las clases dominantes de nuestro territorio.

Pasado el movimiento revolucionario, las cuadrillas se hicieron muy populares en diversas comunidades rurales del estado, y sus pobladores encontraron en esta manifestación y a su manera, una forma de esparcimiento e interacción social durante sus fiestas.

Las cuadrillas estuvieron de moda por muchos años en la región de Simón Bolívar y Santa Clara, Dgo., tierra de grandes músicos y excelentes bailadores de este ritmo. Desafortunadamente entre 1960 y 1970 las cuadrillas en esta región, debido a diversos factores poco a poco fueron desapareciendo.

En el presente escrito comparto una pequeña parte del proceso que permitió finalmente, el rescate de tan extraordinaria tradición que hoy forma parte del rico folklore duranguense.

La investigación la llevé a cabo principalmente en cuatro comunidades, Simón Bolívar (antes San Bartolo), San Vicente de Melones, San José de Flechas y J. Isabel Robles (antes Santa Cruz de Rancherías); en este último poblado y después de muchas peripecias, concentré por unos días a las personas mayores de estos lugares que en su tiempo habían bailado o visto bailar "las cuadrillas", les propuse de manera respetuosa si podrían bailar en la misma galera donde días antes los músicos ensayaron y recordaron la música de cuadrillas, pero ante la algarabía, entusiasmo y expectativa que se formó, me dijeron que era mejor hacer un baile para toda la comunidad y ahí las bailarían; insistí que al menos podían ensayarlas antes del evento y la respuesta fue: "usted no se preocupe Profesor, escuchando la música y las bailamos, lo que bien se aprende nunca se olvida, ¡usted organiza el baile y ¡nosotros le zapateamos!". Sin duda la felicidad les embargaba al encontrarse con antiguos compañeros y, por supuesto, la idea de rememorar pasados y alegres momentos.

Así fue. Me di a la tarea de rentar el salón ejidal, me indicaron donde debía pagar unos "anuncios", el lugar era una tiendita con el único teléfono del pueblo y unas bocinas de "cono" en la azotea; como preparación, en el tocadiscos ponían una "pieza" y la gente ya sabía que al terminar venía un "anuncio", ya sea para avisar a las personas cuando les hablaban por teléfono principalmente de Estados Unidos o se daba alguna información de interés general; después del pago y la "pieza" correspondiente, el tendero hizo varias veces mi anuncio que se escuchó en prácticamente todo el pueblo:

¡Atención a toda la gente! ¡Atención gente de Robles! Se van a bailar cuadrillas¡, repito, ¡Se van a bailar cuadrillas!, ¡Viene gente de Bolívar, Flechas y Melones!, ¡Son bailes de antes!, ¡Como bailaban nuestros abuelos!, ¡No faltes!, ¡Siete de la tarde!, ¡Salón ejidal!

Comparto los versos que escribí para presentar y poner en contexto las cuadrillas resultado de este rescaté y que tanto se han difundido actualmente en infinidad de escenarios:

Para todos los presentes un saludo muy formal, música y bailes de antes les vamos a presentar, "disque" fueron los franceses quiénes trajeron cuadrillas, instruyendo a duranguenses en los bailes de puntillas, eran bailes elegantes y de pasos refinados, curras iban las mujeres y los hombres, reservados, allá con la gente del campo pronto los bailes llegaron, le quitaron lo elegante y con ellos se quedaron.

San Bartólo y Rancherías, también Flechas y Melones,pueblos que fueron testigosde bonitos "pachangones", testigos serán ustedes de una fiesta de estos pueblos, les haremos recordar, como en Durango bailaban

 ?NUESTROS ABUELOS!

Era verano de 1984, el salón era amplio, una sola entrada, bancas largas de madera alrededor de la pared como se acostumbraba, los músicos llegaron: dispuse para ellos y los bailadores refrescos, cerveza y mezcal que me solicitaron con anterioridad, un ambiente de nostalgia se generó cuando los músicos interpretaron melodías como: "Paloma Errante", "Ofelia", "Amor de Madre" y "Échamela pa´ca", mientras el salón poco a poco se iba abarrotando.

El bullicio se generalizó, la expectativa era enorme, el nerviosismo se hizo presente, las bebidas hicieron su parte y el reencuentro de compañeros y amigos relajó definitivamente el ambiente, las personas se fueron organizando, se distribuyeron por parejas y formaron un rectángulo a lo largo del salón, dos parejas en cada uno de los lados más cortos del rectángulo, a los que denominaban "Cabeceras", (los que dirigen las cuadrillas), y cuatro parejas a cada uno de los lados más largos, llamados "Costados".

Las "cabeceras", siempre son dos parejas en cada lado, los "costados", el número de parejas es indeterminado, pero siempre en pares.

Las "cabeceras" pasaron al centro del salón, después de ponerse de acuerdo, hicieron una señal, la música dio inicio, al unísono y al ritmo de la música de cuadrillas, todos los bailadores aplaudieron con enorme entusiasmo, las personas presentes, contagiadas, hicieron lo mismo, mis fieles acompañantes y yo sacando fotos y tomando apuntes.

En parejas, la secuencia de participación en las cuadrillas era en tres partes:

Primera: "cabeceras" van al centro del rectángulo, se encuentran con sus similares de enfrente, bailan entre sí, hacen movimientos coreográficos y regresan a su lugar.

Segunda: "costados" van al centro del rectángulo con sus similares de enfrente, se encuentran, repiten los movimientos coreográficos de las "cabeceras" y regresan a su lugar.

Tercera: "Cabeceras" y "costados" interactúan para realizar juntos los mismos movimientos coreográficos y terminar con un remate del pie y un aplauso al mismo tiempo.

La coordinación coreográfica entre parejas tuvo sus dificultades dado la edad y el tiempo transcurrido sin bailar, ¡a la izquierda! ¡no, a la derecha! ¡por arriba! ¡no, por abajo! ¡siguen ustedes! ¡no, van ustedes!, expresiones como: ¡machúquele primo! ¡Así fuera pa´ trabajar Compadre!, ¡No que no tronaba pistolita!, y la salerosa forma de bailar de algunas parejas, le dieron su toque regional; al final, batallaron, pero se acomodaron.

Recordaron y bailaron unas "Cuadrillas", a las que identificaron como: "Cuadrillas Musas", y otras: "Cuadrillas Alameñas".

En cada una de las cinco partes o figuras en que se dividen las cuadrillas, siempre hacen la misma secuencia de participación, lo que varía son los movimientos coreográficos.

Respecto al paso, la primera, segunda, cuarta y quinta figura, se ejecutan con paso de polka y la tercera figura, es con paso de mazurca.

El ambiente generado fue extremadamente alegre y contagioso, la convivencia entre participantes fue sensacional, la experiencia exitosa como inolvidable. Por supuesto que no todos los pasos y coreografías se vieron en ese excelente momento, se replicaría en más ocasiones, sin embargo, sería una de las mejores acciones en un proceso complejo que desarrollé durante los años de 1983, 1984, 1985 y 1986 para lograr el objetivo propuesto: Rescatar, conservar y difundir "las cuadrillas", un baile tradicional en la región de Simón Bolívar y Santa Clara, Durango

Agradezco a hombres y mujeres su enorme disposición por compartir lo que tanto disfrutaron en el pasado, y en respuesta a su petición para que su bella tradición se conociera en las nuevas generaciones, hoy les digo: Misión cumplida

Finalizo con el texto que escribí para cerrar mi propuesta escénica de éstas cuadrillas:

Por ahora, el jolgorio se acabó, algunos se quedarán, a saborear su mezcal, vuela palomita vuela, por los aires del pasado y di que los bailes de antes, ahora han resucitado, la gente se acabará y quizás los ranchos cambien, pero esto que acaban de ver, no debe de fenecer debe de continuar, en la ciudad y en el rancho porque estos bailes son:

 ?DE MI QUERIDO DURANGO!

Escrito en: CALEIDOSCOPIO NUESTRO FOLCLORE bailes, cuadrillas, parejas, bailar

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