Al actual gobierno federal le tocó bailar con la más guapa. Es importante destacar los eventos que han sucedido durante esta administración y las decisiones en las que le ha tocado intervenir al presidente para tener un panorama más amplio.
La puesta en marcha o cancelación de obras magnas, la extensión de gubernaturas para ajustar el calendario electoral, lidiar con la crisis económica más cruda en los últimos cien años, la captura y liberación -en el mismo día- de uno de los narcotraficantes más buscados por la DEA, destruir un plan energético sustentable para el país, la caída histórica en los precios del petróleo, darle asilo a un expresidente que huyó de su país, fallar en su intento por vender -sin justificación- un avión presidencial, desaparecer a la Policía Federal y crear una nueva institución de seguridad denominada Guardia Nacional, misma que se estrenó corriendo a los inmigrantes sudamericanos que huían de su país por los altos índices de violencia y pobreza, emprender una lucha contra el huachicoleo y terminarla con una explosión que cobró decenas de vidas humanas en Hidalgo... entre muchas otras anécdotas que ha reunido AMLO durante su primer año de gobierno.
Cualquier ciudadano tiene la libertad de construir un criterio propio sobre cada una de las experiencias anteriormente mencionadas, algunos calificarán como plausibles las decisiones tomadas por el gobierno federal para abordar cada situación, otros más lamentarán el día en que "el Peje" se sentó en la silla, y también existen aquellos que diariamente reprueban hasta los buenos días que da en su conferencia mañanera. En honor a la verdad, lo que si deberíamos reconocerle, no solo al presidente, si no a los involucrados, es el anuncio que hicieron esta semana acerca de la reforma que se propuso para el sistema de pensiones de nuestro país.
Hablamos entonces de un proyecto que no fue creado por MORENA ni por el equipo de especialistas del presidente, mismo que al parecer será aprobado en próximos días y del cual lo más relevante es el beneficio tangible dirigido hacia los trabajadores. Hace un par de semanas se presentó el proyecto de reforma al sistema de pensiones por parte del grupo parlamentario de Acción Nacional, mismo que seguramente ya venían trabajando desde hace algún tiempo pero que exigió ponerle atención y "meter el acelerador" derivado de la propuesta que, anterior a esto, hiciera del dominio público un grupo de legisladores de MORENA, mediante la cual pretendían darle el control de los fondos de retiro de los trabajadores al Banco del Bienestar. Listillos.
¿En qué consiste esta reforma a la ley? En términos prácticos, los trabajadores formales afiliados al IMSS que actualmente se pensionan con un 35 por ciento de su sueldo, ahora lo harán con el 58 por ciento de su último salario. Además, considera como prioritario elevar el monto de las aportaciones obligatorias a los sistemas de ahorro de 6.5 al 15 por ciento, tanto para los trabajadores inscritos al IMSS como para los trabajadores al servicio del Estado. De tal manera que, para evitar que este incremento de más del 100 por ciento en las aportaciones por parte de los patrones resulte un problema para los empresarios, se estipula un lapso de 8 años para cumplir con lo previsto por la reforma.
Otro punto a destacar es la reducción de 1250 a 750 semanas para poder acceder a una pensión garantizada que, si lo traducimos en tiempo, la disminución es de 25 años a 15 años como condición mínima para obtener esta prestación económica. Finalmente, la pensión garantizada también incrementaría su valor, el cual variaría en función de la edad, el salario y las semanas de cotización, trasladándose de 3 mil 289 pesos a 4 mil 345 pesos en promedio.
Aún falta mucho por conseguir en este tema, no es solamente un problema de México, desafortunadamente existe una crisis mundial en los sistemas de ahorros para el retiro. Claro que los gobiernos deben atraer inversiones, pero también es su responsabilidad exigir que la oferta de empleos cumpla con lo que marca la ley. Dejando de lado las fobias partidistas, las filias políticas y aproximándose de buena voluntad a la esencia de la democracia, se pueden lograr grandes cambios y no de los que hacía Madero, Juárez y Zapata, con quienes el presidente se compara, esos se lograron a través de las armas y el cacicazgo; sino los que exige la actualidad, los que realmente importan, aquellos que se alcanzan haciendo política y pensando en la gente.
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