Lluvia evidencia malas condiciones del HG
Trabajadores del Hospital General de Gómez Palacio denunciaron las malas condiciones en las que sigue operando la institución de salud, las cuales se evidencian ante cualquier precipitación.
El personal que labora en el área Covid dio a conocer la falta de aire acondicionado, que sumado al equipo de bioseguridad que portan, provoca que durante horas trabajen con una temperatura cercana a los 40 grados centígrados.
A través de videos y fotografías que hicieron llegar a esta redacción, se observa la gran cantidad de agua de lluvia que logró colarse al hospital, convirtiendo los pasillos en pequeñas lagunas debido a la intensa lluvia que azotó a la región durante la noche del pasado viernes.
Los denunciantes, quienes solicitaron el anonimato por temor a represalias, explicaron que los daños que presenta el edificio no son recientes y se han ido acrecentando.
De acuerdo con una de las trabajadoras, el descuido de las autoridades estatales inició junto con la construcción del nuevo Hospital General, recientemente inaugurado para atender la contingencia por el Covid-19.
Fue en el 2015 que inició la obra que tardó dos años en terminar, pero apenas el viernes 17 de julio fue puesta en marcha, únicamente para la atención de personas infectadas y quedando a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Desde entonces, aseguran que el "viejo hospital" quedó en el olvido, pese a la gran demanda que tiene, sobre todo desde el inicio de la contingencia sanitaria.
Si bien, comentan que en cuestión de equipamiento ya cuentan con mayor apoyo, denunciaron que las condiciones no son las mejores, lo que pone en riesgo su propia salud.
Más que sufrir un contagio de Covid-19 dentro del área designada para la atención de los pacientes, el riesgo latente es que sufran una deshidratación o un golpe de calor causado por la falta de aire acondicionado. Si bien, explican que dicho equipo podría generar la propagación del virus por todo el edificio, no cuentan con equipo de minisplit, lo que convierte el área en un "horno" gigante.
NO PIENSAN RENUNCIAR
Pese a tales condiciones, los trabajadores no piensan en renunciar, pues están dispuestos a seguir con la batalla contra el virus que ha cobrado la vida de más de 200 personas en Durango, pero sí piden atención por parte de las autoridades.
El llamado también lo extienden al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud Sección 188 para que interceda por ellos y se puedan mejorar las condiciones.