El bueno, el malo y el feo

Las mujeres buscan conscientemente a hombres buenos, pero inconscientemente buscan las características que tienen los hombres malos, que, por lo general, los hombres buenos no tienen, luego, entonces, terminan enamorándose de los hombres malos.

Esto sucede porque las características de los hombres malos activan los cerebros femeninos para que ellas comiencen a enamorarse. ¿Cuáles son esas características?

Para que lo puedas comprender bien imagina esta situación: Haz de cuenta que tienes una casa y dentro de esa casa están tus hijos, tú no puedes sacarlos para llevarlos contigo, estás sola y necesitas salir para arreglar un asunto de vida o muerte. Entonces tienes que salir y dejar a tus hijos, pero donde tú vives, hay muchos ladrones. Solo tienes una opción, dejar a un perro que los pueda proteger; ahora dime a cuál de los siguientes dos perros escogerías para protegerlos, al "perrito bueno, lindo y tierno" o "al perrote malote, bravo y feroz". Obviamente escogerás al perrote malo, bravo y feroz para que cuide a tus hijos, pues este perro tiene las características de protector, crees que él sí podrá con los ladrones. En cambio, el perrito bueno, lindo y tierno se ve tan indefenso que no crees que pueda proteger a tus hijos de los ladrones.

Ahora te cambiaré la pregunta: ¿A cuál de los dos perros escogerías para que juegue con tus hijos? Obviamente al perrito bueno, lindo y tierno porque crees que él no es peligroso, que no les hará daño a tus hijos y que será lo suficiente cariñoso para estar con los niños. En cambio, el perrote malo, bravo y feroz no crees que sea el indicado, pues parece ser peligroso y puede causarles daño a tus hijos. Ahora, imagina que sólo puedes escoger a un perro, no a los dos. Dime ¿a cuál escogerías?

Para que tomes una decisión inteligente tendrías que evaluar qué es lo más importante para ti, un perro para proteger o un perro para jugar. En este caso obviamente es más importante la protección para conservar la sobrevivencia de tus hijos, entonces, escogerás al perrote malote, bravo y feroz... Algo similar sucede con las mujeres, no podemos casarnos con dos hombres, tenemos que escoger a uno.

A nivel subconsciente, programado en nuestros genes, buscamos a un hombre malote, bravo, y feroz, que nos proteja a nosotros y a nuestros hijos, pero igual buscamos a un hombre bueno, lindo y tierno que nos ame y ame a nuestros hijos. Sin embargo, conscientemente sabemos que buscamos amor, pero no sabemos que buscamos mantener la sobrevivencia, no sabemos que nuestros genes y nuestro cerebro están configurados para expandir la raza, para mantener la reproducción.

Conscientemente sólo sabemos que buscamos amor, cariño, romanticismo, más no sabemos que inconscientemente buscamos la protección de alguien que sea capaz de conservar la raza, alguien que pueda junto con nosotros seguir procreando.

Entre buscar amor y buscar la protección y sobrevivencia de la raza, por instinto natural nos vamos a inclinar a buscar a un hombre que pueda protegernos y expandir la raza, por instinto natural, la tendencia prioritaria inconsciente es escoger a un hombre malote. Si ya lo comprendiste bien, te habrás dado cuenta que existe un factor "animal", genético y natural que marca estas tendencias.

Ahora hablemos del aspecto intelectual. Realmente lo que activa los cerebros femeninos no son los hombres malos, si no las características que ellos poseen y que por lo general los buenos no desarrollan. Las características que los hombres malos tienen y que por lo general los buenos no desarrollan son entre otras estas: Audacia, valentía, liderazgo, poder, fuerza, alta autoestima, independiente, emocionalmente fuerte, dominio propio, control, fuerza de voluntad, inteligente, sociable, que sepa majear las situaciones, arriesgados, con capacidad para resolver problemas, etc.

Por lo contario no resultan atractivos los hombres: necesitados, débiles, con baja autoestima, con complejos de inferioridad, miedosos, que no tomen riesgos, indefensos, manipulables, con fuerza de voluntad débil, sin autocontrol, etc. Lo ideal para suplir las necesidades sería fusionar al perro malote con el bueno.

Una sabia conclusión es que los hombres tendrían que ser buenos, pero deben desarrollar las características de los malotes. Los malotes deberían volverse buenos sin perder sus características positivas, y los buenos deberían desarrollar las características positivas de los malotes. ¿y los feos? ¡Bah! ¡Eso a quién le importa! El hombre irradia toda su masculinidad cuando hace feliz a su mujer.