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EL VIAJERO DEL BEISBOL

Cocaína

EL VIAJERO DEL BEISBOL

Cocaína

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ARMANDO ESQUIVEL

Creo que con el nombre que elegí para la columna de hoy ya llamé su atención.

Ayer revisaba la Enciclopedia del Beisbol Mexicano en su edición de 1996; un grueso texto que se editaba bajo la dirección de Don Pedro Treto Cisneros y en el que se puede encontrar santo y seña de la historia de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) y entre otras cosas están los numeritos de todos y cada uno de quienes jugaron en el beisbol de paga veraniego.

En esas andaba en busca de estadísticas de los Alacranes de Durango, cuando saltó ante mis ojos el apodo de "Cocaína" y así como ese, muchos sobrenombres más que en nuestros días no serían permitidos o permanecerían escondidos sin salir del círculo de los peloteros.

Claro que no pasa nada con que algún pelotero le digan "Borrego", "Cochito" o el "Almirante". O también sería bien recibido el "Jefe", "Chicote", "Chispa" o "Pancho Ponches", pero ¿Cocaína?.

Quizá algunos aficionados de la vieja guardia podrán haber escuchado de él, no creo que lo hayan visto jugar, ya que el cubano anduvo esparciendo su talento en nuestro país en la década de los cuarentas, al ver acción de 1941 a 1949 con los equipos del Águila, Puebla, Tampico y Nuevo Laredo.

Manuel García, nació en Cuba y desde sus primeros años como beisbolista se ganó el apodo de "Cocaína" y no por alguna adicción a esa droga, sino por la combinación de sus lanzamientos, entre rectas y curvas, que se decía, dejaban mareados a sus rivales, como si estuvieran "drogados".

Y así, su manera de lanzar indescifrable hizo que un promotor lo bautizara con tan peculiar mote que lo acompañaría el resto de su carrera y de su vida. Sin duda el apodo más increíble que ha pasado por la pelota mexicana.

A México ya llegó en sus años de veterano, pero su forma de lanzar que se basaba en pitcheos rompientes le permitió alargar su carrera hasta sus cincuenta años.

La virtud del "Cocaína" no se limitaba a subirse a la lomita y "drogar" a sus rivales, ya que, guardando las debidas proporciones, el isleño era un tipo como Babe Ruth o Shohei Ohtani, al ser una amenaza desde los sesenta pies y también tomaba turno al bat y se convertía en un bateador de respeto.

En la LMB lanzó en 233 juegos y terminó con récord de 96-68 y efectividad de 3.83 con 532 ponches recetados, mientras que con el madero estuvo presente en 449 desafíos y bateó para .281. Sólo se ponchó cuarenta veces en mil 194 turnos.

En su carrera participó en las ligas de México, Cuba, República Dominicana y Venezuela, además de jugar en las Ligas Negras de Estados Unidos.

Murió en 1995 en Venezuela. Tenía 89 años de edad.

Es un inmortal del Salón de la Fama del Beisbol de Venezuela y de Cuba.

Luego de revisar los datos de este extraordinario lanzador con un apodo desafortunado, encontré más sobrenombres que no deben de haber sido de mucho orgullo para su portador, como el "Cebollita" que empleó el dominicano Gilberto Reyes, quien jugó en México en 1994 y 1995 con Piratas de Campeche.

A Daniel Ríos le decían "La Coyota" y pasó 16 campañas en la LMB de 1939 a 1952 y luego volvió a jugar en 1956, luego en 1960 y terminó en 1964.

Más motes curiosos son los de Andrés Rivera, mejor conocido como el "Avestruz", Sergio Robles el "Kalimán", Jesús Sommers como el "Guapetón", Epitacio Torres fue la "Mala" y a Fermín Vázquez sus amigos le decían "Burbuja".

La lista es larga con Marvin Williams como la "Coqueta", Alfonso Zárate fue la "Choriza", mientras que a Barbey Brown, le apodaron el "Brinquitos", a Manuel Echeverría el "Ciclón", a Horacio Piña el "Ejote" y a José Peña el "Peluche".

Le subimos una rayita al nivel ofensivo del apodo con Lloyd Davenport conocido como "Pedro Harapos", a Gonzalo Morales le decían el "Apagón", a Jorge Bravo el "Chorejas", a Conrado Pérez le llamaban el "Babalú" y Manuel Portilla volteaba cuandfo le gritaban "Zapato Roto".

En cuanto a José Luis García, quien fue coach de pitcheo de Generales de Durango en 2018, todos sabemos que le decían el "Chicken", pero un homónimo que participó en LMB de 1975 a 1991, le apodaron el "Canalla".

En nuestro último bloque de "nombres alternos" tenemos a Lázaro Gómez mejor conocido como "Habichuela", seguido de Pedro Ramírez el "Charrascas", Fernando Rodríguez el "Trompo Loco", Jorge Sackie el "Garabato", Salvador Garibay el "Picochulo" y Jesús Valenzuela el "Cochihuila".

Como puede usted constatar, la evolución del beisbol en nuestro país alcanza hasta cosas tan simples como los apodos o sobrenombres de los peloteros y sin duda que alguno de estos motes no serpia permitido o no sería bien visto hoy en día, sobre todo ese de nuestro amigo cubano Manuel "Cocaína" García.

Para la próxima semana tenemos una charla ya pactada con Enrique Couoh, gerente deportivo de Generales de Durango, ya le contaré lo que nos diga nuestro buen amigo que vive en Mérida, Yucatán.

Llegamos a otro fin de semana y no me queda más que agradecerle a usted su amable lectura. Cuídese mucho que pronto nos veremos en el estadio Francisco Villa.

Buen día, es viernes; que hoy le vaya bien.

Goodbye Horses.....!!

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Escrito en: EL VIAJERO DEL BEISBOL apodo, decían, "Cocaína", conocido

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