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El imperio de la mentira (tercera y última parte)

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El imperio de la mentira (tercera y última parte)

El imperio de la mentira (tercera y última parte)

CARLOS CÁRDENAS

La normalización de la mentira nos ha construido una realidad sin remordimientos pero también sin certezas, inconsistente, sin anclajes; las conquistas filosóficas y científicas de la humanidad parecen no haber servido de mucho, los logros del pensamiento en la antigua Grecia, junto con toda aquella impresionante herencia académica proveniente de la Europa medieval y renacentista que daría cimiento a la era moderna y su revolución industrial y científica prometiéndonos un futuro que garantizaría el bienestar de los pueblos mediante una convivencia armónica y pacífica, una era dorada que nunca llegó.

El escenario mundial actual es más bien sombrío y todos los intentos de la modernidad parecen haber fracasado, hoy vivimos en la zozobra a pesar de estar rodeados de tecnología, más inseguros que nunca, el recuerdo de dos guerras mundiales junto con otras calamidades que han acompañado la quimera del progreso que tanto nos han vendido infinidad de ideologías y falsos mesías y, por si fuera poco, el enemigo invisible del coronavirus que parece no querer irse nos mantienen en estado de alarma y ansiedad.

En esta nueva "normalidad", confinados en nuestras casas, nos hacemos conscientes de nuestra vulnerabilidad, de lo fácil que es perder la libertad. Y ante la sorpresa de nuestra propia confusión nos cuestionamos el que no podamos resolver una emergencia sanitaria habiéndonos sabido amos del mundo: fuimos capaces de llegar a la luna, de mandar zondas al espacio exterior, de pavonearnos de haber desarrollado una tecnología de comunicaciones sin precedentes, de crear inteligencia artificial, pero somos impotentes ante un bicho; hay algo que intuimos no tiene sentido o que, muy probablemente, alguien nos mintió, suponer lo anterior resulta más que obvio en la mentirocracia que vivimos y que es confirmada por las "contradicciones" de las autoridades y organismos de salud. Urge la verdad, pero ¿cómo encontrarla?, sobre todo cuando la misma ha sido relativizada (basta con pasearse por las redes sociales) y descalificada la herencia cultural proveniente del pasado. Toda esta confusión y miedo no puede tener un final feliz, la mentira ha instaurado su dictadura, le permitimos desarrollarse abiertamente sin condenarla.

Podemos comprender que las ambiciones enfermas y egoístas de quienes repiten sin descanso mentiras para convertirlas en verdades tienen como origen el primitivo y nefasto instinto de dominación, pero no podemos permitir engañarnos a nosotros mismos; estamos obligados por nuestra dignidad como personas a rescatar lo verdadero, aquello que nos arrebató la soberbia y la necedad.

Nos debemos todos la veracidad de nuestros actos y palabras, de lo contrario viviremos en la desconfianza, en la sospecha permanente, nos desintegraremos socialmente.

Exijamos la verdad, a nuestras autoridades, a nuestros amigos, a nuestros hijos, devolvámosle su valor, que su ejercicio nos confirme nuestra propia naturaleza, que la posesión de la misma nos haga verdaderamente libres, porque nadie es más humano y persona que cuando se adhiere a la Verdad.

Escrito en: GALERÍA SEISDIECIOCHO nuestra, haber, nuestros, mentira

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