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De Política y Cosas Peores

De Política y Cosas Peores

ARMANDO CAMORRA

Don Otelio era celoso en grado extremo. Sufría esa pasión, los celos, a la que Shakespeare llamó "the green-ey'd monster", el monstruo de los ojos verdes. Yo he conocido hombres así, atormentados por los celos. Suelen ser individuos feos casados con mujer hermosa, o vejancones que andan con muchacha joven. A esa especie de infelices pertenecía don Otelio. Varias veces durante el día llamaba por teléfono a su esposa para saber dónde estaba. "Estoy en la casa, en la cocina -le decía la señora-. ¿Dónde más podría estar?". "A ver -le exigía don Otelio, suspicaz-. Si es verdad que estás en la cocina enciende la licuadora". La esposa la encendía, y el ruido que hacía el aparato tranquilizaba al celoso marido. Una tarde don Otelio llegó a su casa antes que de costumbre y se encontró con una novedad que lo sobresaltó: su mujer no se hallaba en la casa. Le preguntó a la empleada doméstica: "¿Dónde está la señora?". Respondió la mucama: "Salió, como todas las tardes". "¿A dónde fue?" -inquirió don Otelio temblando de inquietud. "No sé -contestó la fámula-. Pero siempre se lleva la licuadora". Por numerosas y variadísimas razones que llenarían un tomo de tomo y lomo quiero a Nuevo León, estado vecino de mi natal Coahuila. Entre los muchos bellos lugares nuevoleoneses uno de los que más me gustan, y más cercanos a mi afecto, es Bustamante, mágico pueblo, Pueblo Mágico, ciudad hermana de Saltillo, mi ciudad. Muchas semejanzas tienen las dos poblaciones, pues ambas son de raigambre tlaxcalteca. Las dos veneran a su Cristo: Señor de la Capilla el de Saltillo, Señor de Tlaxcala el de Bustamante. Uno y otro celebran su fiesta el mismo día: 6 de agosto. El pan de Bustamante goza fama, igual que el pan de pulque de Saltillo. En los dos lugares el cabrito es espléndido manjar: preparado al pastor el saltillense; en salsa o al horno el de Bustamante. A más de tales galas este hermoso sitio de Nuevo León se enorgullece de sus maravillosas grutas, de su magnífico mezcal, de sus dulces y sus artesanías, de sus paisajes naturales. Y otro orgullo tiene ahora Bustamante. Su Cronista, Carlos Gómez Flores, acaba de ser elegido presidente de la Asociación Nacional de Cronistas de las Ciudades Mexicanas, importante organismo que reúne a quienes hacen la crónica del lugar donde viven. El maestro Gómez Flores, a más de ser dueño de una sólida cultura, es hombre generoso, defensor de las tradiciones mexicanas, preservador del medio ambiente, difusor de la cultura tlaxcalteca y empeñoso promotor cultural. Por medio de estas líneas le hago llegar mi afectuosa felicitación por su merecido nombramiento, y me suscribo -para usar una fórmula de antaño- como su más atento y seguro servidor. Enhorabuena. Eran dos hermanos -hermana y hermano- que vivían en el mismo departamento. Ambos salían por la noche, y los dos regresaban ya de madrugada, ella con dinero, él con la cartera vacía. En cierta ocasión el hermano le pidió un préstamo a su hermana. Le dijo ella, molesta: "¿Cómo es posible que yo siempre traiga dinero, y tú en cambio tengas siempre apuros económicos?". Explicó él: "Es que la causa de tus ingresos es la causa de mis egresos". El doctor Ken Hosanna recibió en su consultorio a un individuo que le dijo: "Vengo a verlo porque a mi esposa le ha dado por sentirse gallina. Camina como gallina, cacarea como gallina y hasta hace los movimientos propios de una gallina cuando pone un huevo". El doctor Hosanna le indicó: "Yo soy médico general, señor. Su esposa lo que necesita es un siquiatra que le quite esa extraña obsesión de sentirse gallina". "No, doctor -replicó el hombre-. Mi señora me envió aquí a pedirle que me dé algo para que yo me sienta gallo". FIN.

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