Megaproyecto de agua para la Laguna no es la panacea
La Comarca Lagunera como región tiene ese distintivo nombre por razones históricas bastante obvias. A esa parte del norte de nuestro país se le identifica por haber sido una zona colmada por el agua, donde a pesar de ubicarse sobre un desierto, sus tierras eran irrigadas por dos ríos que desembocaban en lo se conociera en algún tiempo como la laguna de Mayrán.
Como en todo asentamiento humano el vital líquido ha sido siempre una parte fundamental en su desarrollo, sin embargo y a diferencia, este territorio desde los prehispánicos pobladores y hasta nuestros días, debió especialmente su origen y configuración a un criterio más apegado a lo hidrológico.
Su gran relevancia como zona de intensa producción agrícola y pecuaria es de sobra conocida, y sus enormes cosechas de algodón a finales del siglo XIX convirtieron a la Comarca Lagunera en escaparate internacional de la modernización porfiriana. Todo aquello, evidentemente no se hubiese logrado sin la presencia del agua.
Lamentablemente la explosión demográfica y la misma industrialización de la región han ido perjudicando el abasto y la calidad del agua. Literalmente, una laguna como tal ya no existe más, mientras que la sobreexplotación de los pozos ha hecho que a mayor profundidad el vital líquido se encuentre con elevadas concentraciones de arsénico.
La reciente vista del presidente Andrés Manuel López Obrador a la Comarca Lagunera tuvo como prioridad el anuncio de "Agua Saludable de la Laguna", un ambicioso proyecto que implicará la construcción de una megaobra, con la que se pretende potabilizar el agua de la presa Francisco Zarco y poder conducirla hacia las zonas urbanas y rurales.
El mandatario advierte que se necesitará una inversión aproximada de 10 mil millones de pesos, pero además la plena disposición de los gobiernos de Coahuila y Durango, de los presidentes municipales en la región, empresarios y ciudadanos en general, ya que se trata de una situación necesaria para la sustentabilidad de comarca.
Ante la grave escasez del agua en Comarca Lagunera y los problemas de salud que implica su contaminación, pareciera ésta ser la gran panacea de la 4T, sin embargo, la situación es más crítica y compleja de lo que entiende el presidente de México y su equipo, pues si bien una obra como esa puede contribuir, tan solo sería un paliativo.
Para un grupo de comarcanos, investigadores y ambientalistas conformados como "Encuentro Ciudadano Lagunero", el gobierno de México tendría que resolver esta problemática pero de forma adecuada, pues consideran que potabilizar agua superficial que se extraería del río Nazas, además de ser un proyecto costoso, solamente diferirá la crisis a las siguientes generaciones de laguneros.
Entre las propuestas como soluciones reales que hace esta agrupación están el que se controle el uso de aguas superficiales y que no se permita la extracción ilegal subterránea, pero además que los recursos económicos se utilicen en medidas que resuelvan y no sean solamente atenuantes, como consideran podría ser la potabilización del agua de la presa Francisco Zarco.
La cuarta transformación tiene un reto en la Laguna, que es enfrentar un problema que necesita más de una política hídrica integral, en una región donde además de la escasez y el hidroarsenicismo, también están los intereses políticos y empresariales que trazan las brechas de la desigualdad, beneficiándose con la poca agua saludable que todavía queda en la región.
EN LA BALANZA.- Primer Informe de Gobierno Municipal Durango / Sanear tu operatividad financiera también es trabajo. Además si no lo haces no tendrás las condiciones para poder ejecutar las acciones necesarias que te lleven a obtener buenos resultados. El manejo transparente de los recursos ha permitido generar obra pública y diferentes acciones sociales que, si bien no son de relumbrón, hoy se hacen sin solapar la corrupción y los malos manejos financieros a los que la administración de Jorge Salum del Palacio ha tenido que enfrentar, debido viejas prácticas deshonestas heredadas. Digo, todos sabemos que las campañas políticas son sumamente costosas; imagine tan solo haber financiado dos desde las arcas municipales en el pasado trienio. ¡Échele cuentas!
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