Inicia recuperación en los comercios
A mediados de abril, la comunidad de Ignacio Allende acaparó la atención de los medios de comunicación, incluso nacionales, debido a que fue la primer comunidad del municipio de Guadalupe Victoria en tener casos positivos de coronavirus.
Ante el difícil panorama que se tenía en aquel momento, la falta de información respecto al virus y a las medidas preventivas para evitar contraer dicha enfermedad mortal, la ciudadanía se reusaba a creer que fuera cierto.
Decían que "son cuentos del gobierno", "son puras mentiras", entre muchas otras expresiones que bajaron de intensidad cuando se dio a conocer la primer muerte de una integrante de la familia que contrajo el virus.
Toque de queda, cierre de entradas y salidas a la comunidad de Ignacio Allende, familias aisladas y de más medidas preventivas se aplicaron con el objetivo de resguardar al resto de los habitantes tanto de Allende, como del muncipio entero.
Sin embargo, esta situación dañó no solo la vida social, sino también la económica, pues los comercios que no son de extrema necesidad vieron afectadas sus ventas hasta en un 80 por ciento, mientras que los comercios de alimentos, pese a ser necesarios, también se vieron afectados hasta en un 70 por ciento, pese a mantener las ventas con el servicio a domicilio.
Tal es el caso de las Tortas Montana, ubicadas a unos pasos de la Presidencia Municipal de Guadalupe Victoria, pues durante los meses de marzo, abril y mayo sus ventas cayeron en un 70 por ciento, "fueron meses difíciles que aunque teníamos el servicio a domicilio, no funcionó bien", explicó una de las encargadas.
Tras seis meses de aislamiento y luego de haber regresado a la nueva normalidad, una de las encargadas de dicha tortería, señaló que apenas tienen cuatro días de buenas ventas, "en estos días, de el martes para acá, nos hemos recuperado casi a como se vendía antes de la pandemia, pero la afectación de los primeros meses ya no se podrá recuperar" señaló.
Aunque no a todos los comercios les ha ido igual, pues en el caso de la señora María Dolores Sifuentes Machado, dueña de un comercio dedicado a la venta de estambres, señaló que pese a haber cerrado por tres meses, durante julio y agosto "me ha ido muy bien, gracias a Dios", dijo.
"Salía con miedo a recoger mis recibos de los servicios, salía a la calle (con temor) porque pensaba que me iba a abrazar el virus" expresó.
Finalmente, comentó que se han tenido las etapas en el municipio por el virus, pero afortunadamente ahora la gente ya ha hecho conciencia, "salen en la mañana temprano a comprar el mandado, y ya en la tarde se puede ver la calle más sola".
Cabe mencionar que para recuperar los meses perdidos de venta a causa del coronavirus va a ser complicado para todos, tanto para comercios como para la sociedad en general