John Dee tenía sus libros sagrados.
Uno era el mar.
Otro la montaña.
Otro el cielo nocturno lleno de estrellas.
Otro el bosque.
Otro el desierto.
Otro la mujer y el hombre.
Otro los niños.
Otro los ancianos.
Otro todas las criaturas del Señor.
Alguien le preguntó:
-¿No tienes la Biblia? ¿No tienes el Corán? ¿No tienes el Talmud?
Contestó él:
-Oh, sí. También esos otros libros sagrados tengo.
¡Hasta mañana!...