Editoriales

La Raya del Tigre

El informe de gobierno es más 'show' que acto republicano

La raya del tigre

El informe de gobierno es más 'show' que acto republicano

El informe de gobierno es más 'show' que acto republicano

RUBÉN CÁRDENAS

Es inobjetable que la ciudadanía necesita ser informada del estado de cosas que guarda el país, un estado o un municipio, cuando menos una vez al año; sin embargo, el protocolo que hoy se sigue para el cumplimiento de esa responsabilidad constitucional está muy lejos de parecerse a un acto republicano, con beneficio para la sociedad, como debería ser; más bien, muy poco se ha practicado en este país.

Ciertamente había que alejarse de ese modelo acartonado y obsoleto que por décadas prevaleció en México, de acuerdo al cual el día del informe era un culto a la personalidad del gobernante en turno, con momentos cumbre como "el besamanos", o sea, un desfile de sus colegas, colaboradores, amigos y representantes de distintos sectores que lo saludaban de mano, con palabras más que zalameras, al terminar su discurso.

A finales de la década de los ochenta, con el surgimiento del Partido de la Revolución Democrática, se modificó ese esquema y, por ejemplo, hubo mucho menos aplausos durante la lectura del informe -algunas veces, el número de interrupciones para aplaudir un solo discurso llegó a ser ridículo, casi cien- como también el resto de la fiesta vino a menos, aunque, por lo general, siguió con una tendencia a lo ostentoso, al menos en cuanto al presidente y muchos gobernadores.

Ahora las cosas han cambiado y, aunque hay más énfasis en el informe que en la celebración misma, todavía hacen falta muchos ajustes para convertirlo en un verdadero acto ciudadano. Y uno de esos ajustes debería ser en cuanto al papel de los legisladores, quienes generalmente toman una de dos posiciones: o critican todo por antonomasia y nada les parece bien, o se quedan callados y sólo asisten para aplaudir, sin cuestionar ni lo más obvio.

Harían mal los legisladores, sobre todo los de oposición, si no señalan lo que no esté claro sobre el trabajo concluido o aquello que falte por hacer; empero, llegamos al punto de que ciertos legisladores hacen uso de la palabra exclusivamente para descalificar, criticar y negar cualquier logro, por grande o pequeño que este sea, mientras que los emanados del partido en el Gobierno se deshacen en loas y elogios, como si los problemas reales de la población se hubieran evaporado.

Hay, pues, un desequilibrio muy notorio en el posicionamiento de las fracciones parlamentarias, unos descalificando totalmente lo expuesto por el gobernante y otros aprobándolo todo sin pudor alguno. En semejante escenario, se convierte el informe en una lista de cifras y explicaciones que son calificadas según la interpretación de cada grupo parlamentario.

Lo que presenciamos este martes en el Congreso del Estado, durante el Cuarto Informe del gobernador José Aispuro Torres, se puede enmarcar dentro de estos parámetros; fue evidente que, por momentos, hubo "mala leche" más que cuestionamientos serios y también afanes de protagonismo de varios diputados y diputadas al tratar de "zancadillar" cualquier mención sobre alguna obra de gobierno. Claro está que hay preguntas, motivos de crítica o situaciones por aclarar y los legisladores tienen que ser muy directos para exponer su inconformidad y no quedarse callados, porque es parte de su trabajo, pero usar la tribuna para descalificar todo y, en cambio, aprobar sin cortapisas solamente lo que hace el Gobierno Federal, es falta de objetividad y de respeto hacia su propio deber legislativo.

Del mismo modo ocurrió con ciertas diputadas que, al parecer, sólo intentan imponer criterios convenientes para sus proyectos políticos. Lo ideal sería que responsablemente los legisladores estudiaran el documento y en un tiempo corto le informaran a la ciudadanía si el gobernante tuvo o no el desempeño esperado en el periodo correspondiente al que informa.

En gran manera agradecería la ciudadanía si los miembros del Congreso, en vez de buscar el lucimiento personal, cotejan cifras, revisan obras y, sobre todo, ponen especial cuidado con los datos de los estados financieros. Seguramente algunos dirán que para eso está la glosa del informe, es decir, cuando acuden los secretarios de Estado a precisar lo hecho en cada área de gobierno, pero la realidad es que ni ahí hacen una revisión convincente los diputados en su mayoría. A menos que ahora sí lo hagan.

COLMILLOS Y GARRAS

PARA LA SESIÓN de Cabildo de esta mañana, los regidores de oposición esperan del alcalde Jorge Salum dos respuestas: la ratificación o no de Alejandra Anderson en la Dirección Municipal de Fomento Económico y la remoción o no de Rodrigo Mijares de la titularidad de la Dirección Municipal de Obras Públicas... AMBAS DECISIONES ESTÁN en manos del Alcalde y lo ideal es que, sea cual fuere la respuesta, no provoque más fricciones y desencuentros que para nada abonan a la gobernabilidad y el acuerdo... HOY EN PUNTO de las 7 de la tarde acompáñenos, amable lector, a En Pleno Siglo, a través de El Siglo TV y Facebook Live. Los cambios en el gabinete estatal, así como las reacciones al Cuarto Informe de Gobierno, son temas para el análisis, entre otros.

Twitter @rubencardenas10

Escrito en: LA RAYA DEL TIGRE informe, ciudadanía, hacen, legisladores

Noticias relacionadas

EL SIGLO RECIENTES

+ Más leídas de Editoriales

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas