Fracasó el 'muro de la paz' de AMLO

Esta semana tuvo un inicio agitado. El lunes pasado se conmemoró el Día Internacional de la Mujer y, como cada año, hubo múltiples manifestaciones con el objetivo de visibilizar los retos, obstáculos, maltratos y violencias a los que se enfrentan en este país mujeres, adolescentes así como las niñas.

Días antes, el presidente Andrés Manuel López Obrador se encargó de "dar la nota" al ordenar la instalación de vallas que rodearon el Palacio Nacional para evitar, según dijo, confrontaciones innecesarias y proteger el patrimonio cultural. Su estrategia fracasó, pero esta decisión le valió múltiples críticas así como rechazos. "El muro de la paz", como lo calificó el vocero presidencial, Jesús Ramírez Cuevas, sirvió como memorial para recordar a las miles de mujeres asesinadas, desaparecidas y violentadas.

Al final, el enfrentamiento fue inevitable y, por desgracia, de nueva cuenta hubo personas lesionadas. Lo que más llamó la atención fue la presencia de hombres vestidos de civil en el techo de Palacio Nacional, lo que luego generó la versión de que se trataban de francotiradores, aunque después se dijo que eran militares con armas para derribar drones. ¿Por qué se tomó esta medida? ¿Realmente era un acto intimidatorio?

El Presidente ha comentado en más de una ocasión y, por lo que se ve, está convencido, de que los movimientos feministas son orquestados por alguien más, por sus "enemigos los conservadores" y esa descalificación a priori ha generado malestar entre los colectivos feministas así como de mujeres líderes que han luchado durante años por la igualdad y la justicia para el sexo femenino.

Es muy difícil para el Presidente entender el contexto general en el que se encuentra la mitad de la población que él dice gobernar, ni entiende el dolor, la frustración, la desesperación de aquellas que han sido víctimas de la violencia; tampoco entiende las desigualdades que prevalecen en todos los ámbitos, desde el seno familiar hasta el laboral, en el sector académico, en el sector salud, e incluso, al interior de su propia administración. No entiende, o no le conviene entender, la gran responsabilidad que él tiene para cambiar estas infamias y condiciones desiguales.

Si vemos la cantidad de mensajes de "felicitación" que hubo el 8 de marzo de parte de actores políticos, incluyendo al mismísimo Felipe Calderón Hinojosa, sabremos que el problema no es solo el presidente López Obrador y que pese al trabajo realizado por décadas aún no se entiende el mensaje correcto. Ahora bien, si lee los comentarios vertidos en las transmisiones que se hicieron en las diferentes manifestaciones de mujeres, se podrá dar cuenta muy rápidamente de la cantidad de odio que se expresa en contra de las participantes.

Sin embargo, el activismo enfocado a exigir una vida digna para todas las mujeres no es un evento ocasional y habrá de continuar muy a pesar del Presidente y de aquellas personas que piensan que es una pérdida de tiempo. A lo largo de la historia, las mujeres han dado muestra de poderío y tenacidad. Esto no se acaba, hasta que se acaba.

PUNTO Y APARTE.- En los primeros meses del año se han registrado dos suicidios de personas menores de edad, lo cual por supuesto debería ser motivo de preocupación y ocupación por parte de las autoridades; no solo las enfocadas al tema de la salud mental sino también de aquellas que velan por el bienestar de los niños y niñas así como de los núcleos familiares.

Derivado de esta pandemia de la Covid-19, desde hace un año los menores de edad se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad pues se vieron obligados a dejar de ir a la escuela, adaptarse a una nueva forma de enseñanza, algunos encerrados en diminutos espacios, viviendo en hacinamiento o en un ambiente familiar violento. Es indispensable que los padres, familiares o incluso, hasta los amigos y vecinos estén muy atentos ante cualquier comportamiento inusual que detecten en los niños y niñas para pedir el apoyo que consideren necesario a la brevedad posible.