Les faltó músculo

Hay quienes sostienen que el fin justifica los medios. En las campañas electorales este enunciado escrito por Napoleón Bonaparte pero popularizado por Nicolás Maquiavelo, pareciera que se convierte en la explicación más "coherente" para entender la gran cantidad de argumentos denostativos que intercambian entre candidatas, candidatos, equipos de campaña y seguidores.

Cada elección es lo mismo; los -costosos- espacios en medios de comunicación se han convertido en cápsulas de chismes, dimes y diretes que poco aportan al proceso democrático en el que participan quienes pretenden obtener puestos de elección popular.

Es en las campañas electorales cuando las y los candidatos que participan en la contienda se ponen bajo el escrutinio de los ciudadanos; por lo tanto, es sustancial que estos espacios se conviertan en "vitrinas" para exhibir "lo que traen", es decir, que la información que compartan sea realmente importante para que con ello la ciudadanía pueda meditar si son o no personajes dignos de representarla y de ostentar el poder.

Sin embargo, parece que muchos candidatos, equipos de campaña y partidos están tratando de cimentar sus campañas en los pedazos que logran arrancar del prestigio o buen nombre de los rivales, dejando de lado lo que pudiesen tener a su favor, como su experiencia en el quehacer político, en el ámbito académico y hasta sus logros profesionales. Un ejemplo claro de lo anterior es lo que realizan las y los abanderados del partido de la maestra Elba Esther Gordillo, Redes Sociales Progresistas (RSP); cada oportunidad que tienen de interactuar en alguna plataforma digital o en una entrevista banquetera, su agenda es criticar, criticar y criticar.

Si hacemos cuentas, RSP ejercerá un poco más de dos millones de pesos según el Acuerdo del Consejo General del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Durango (IEPC) publicado en su calendario presupuestal 2021. ¿Sabe qué hemos obtenido de ellos? ¿Sabe qué han hecho con ese financiamiento público? Le cuento:

Convocaron a un arranque de campaña hace algunos días en la explanada de un conocido salón de eventos exponiendo al contagio de Covid-19 a cientos de duranguenses y poniendo en riesgo su salud; también han impreso miles de volantes -o basura, que es lo mismo- para "enseñarle" a la ciudadanía cómo votar por ellos el día de la elección. ¿Y la propuesta? ¿Y las acciones en favor de la gente? ¿Le parece una manera correcta de gastar el dinero público?

Quienes llevan las riendas de este partido siguen pensando en la arcaica idea de que organizar un evento con estas características es la manera más idónea de "mostrar músculo"... dirigentes, candidatas y candidatos, equipos de campaña, el músculo que debieron de mostrar es el que nos hace razonar, reflexionar y tomar buenas decisiones, pero tal parece que carecen del mismo.

El manual de campaña política que utilizan los partidos de reciente creación en Durango parece tener como punto central la descalificación del otro; pierden el tiempo las y los candidatos para darse a conocer y llegar a la gente con propuestas, tocar los temas que al elector le interesan por dedicarle tiempo al descrédito del que está enfrente.

Si siguen así, bombardeando a través de redes sociales de guerra sucia, desinformación y fake news, seguramente el elector llegará al día de la votación como comúnmente pasa, saturado de información negativa -que es la que se viraliza con mayor rapidez-, pero con pocos datos para tomar una decisión razonada. Volteemos a ver a quienes se han dedicado a proponer, hacer las cosas de forma distinta; evaluemos cada una de las alternativas que tenemos según el distrito en que nos toque participar. Esperemos que lleguen y toquen nuestra puerta y dejémonos convencer por la capacidad de entender la realidad y la visión que tengan las y los candidatos para afrontarla.

Ignoremos a quienes entienden la acción política como una batalla permanente entre bandos irreconciliables, aquellos que ven el proceso electoral como un juego y lo quieren convertir en un bailable o en un concurso de canto; a los que atacan antes de proponer, que sus esfuerzos por manchar la fiesta de la democracia no encuentren eco.

Quedan muchos días de campaña por delante y más guerra sucia que soportar. Qué lástima...