El 'otro' Luis Miguel
Cinco episodios de la nueva temporada de 'Luis Miguel, la serie' han bastado para que el cantante puertorriqueño, naturalizado mexicano, vuelva a ser tendencia.
Aquel joven que aprendía del negocio musical, hostigado por su padre en la primera temporada quedó atrás y ahora se muestra maduro en el ámbito artístico, pero perdido en la vida personal.
Seré sincera: no soy fan de Luis Miguel, así que ver esta serie jamás estuvo en mis planes, pero fue tanto el furor que causó, que al final terminé por darle una oportunidad a este proyecto encabezado por Netflix y con Diego Boneta como el actor que interpreta a 'El Sol'.
¿De dónde surgió este histrión? Algunos lo recordarán como Diego González en el 'reality show' musical de Televisa 'Código F.A.M.A'. Fue ahí donde debutó en 2002, curiosamente compitiendo con la canción 'La chica del bikini azul'. No se llevó el primer lugar, pero sí un contrato para participar en varias telenovelas infantiles como 'Misión S.O.S' y 'Alebrijes y Rebujos'. Posteriormente vendrían proyectos cortos, entre ellos en 'Rebelde' e incluso una etapa dedicada a la música en la que lanzó los álbumes 'Diego' e 'Índigo'.
Llamó la atención, pero no lo suficiente como para despegar en los escenarios, así que se mudó a Estados Unidos con la intención de conquistar Hollywood.
A paso lento, pero seguro, obtuvo papeles sencillos en series como 'Pretty Little Liars' y '90210' y sin duda, el momento más importante llegó en 2012 con 'Rock of Ages' (La era del rock) junto a Tom Cruise, una película con la que acaparó varios reflectores. Le siguieron 'Scream Queens' (2015) e incluso 'Jane the Virgin' (2016) y de pronto estaba de vuelta en México para dar vida al intérprete de 'Culpable o no'.
Ese pequeño que un día jugó a ser estrella, ahora vivía para serlo. Diego González reivindicó su camino y entre nuevos aires decidió cambiar su nombre artístico a Diego Boneta o, como muchos lo llaman "el otro Luis Miguel".
Y ahí lo tienen, una estrella que tardó varios años en construir su camino, pero lo hizo y lo hizo bien y que ahora está de regreso con la segunda temporada de la serie.
Claro que un papel de esta talla no sería fácil. Boneta tomó clases estrictas de canto, cambió el color de su cabello, trabajó varias partes de su cuerpo y hasta se separó los dientes frontales. Solo que, con la nueva entrega, los cambios se intensificaron pues tiene que interpretar a Luis Miguel en sus 26 y 34 años.
Para quienes ya vieron la serie, esas modificaciones son más que evidentes: nariz, quijada y nuevo look de cabello, además del uso de prótesis faciales para papada y mejillas. En la segunda parte Diego Boneta tuvo que someterse a más modificaciones físicas, como cambios en su quijada, nariz y cabello, además de usar una prótesis de papada y mejillas con la intención de dar más realismo al personaje, uno que, como Boneta lo dijo: no puede escapar de sus propias sombras.
Netflix nos trae a un Luis Miguel que trata de ser un buen padre, de encontrar el amor, de seguir cantando a pesar de sus problemas de audición, a un hombre que ve cómo es imposible librarse de las traiciones y cómo aquellos que ama amenazan con abandonarlo. Nos trae una historia muy humana que cumple con su objetivo: entretiene.
Buena dirección, actuaciones disfrutables, narrativa sencilla que le da el debido peso a cada situación. Tenemos ante nosotros un buen producto que, aunque no ganará un Emmy, sí ganará la atención de los espectadores cada domingo, con el estreno de un nuevo capítulo.