'El Carnicero de Atizapán', el vecino 'normal' que podría ser el feminicida más peligroso de la historia de México

1.- La historia de Andrés “N”, el feminicida de Atizapán de Zaragoza, es una de esas historias que seguramente en algunos años veremos en un documental nacional o extranjero en plataformas digitales, debido a su macabro actuar que le permitió pasar inadvertido durante varias décadas.

2.- Andrés “M”, era originario de Oaxaca y trabajó como presidente del Consejo de Participación Ciudadana en Atizapán de Zaragoza, Estado de México. Según documentos gubernamentales, obtenía recursos trimestrales para niños y personas en situación de calle, pero también administraba unidades deportivas para jóvenes.

3.- Actualmente el que podría ser considerado como el feminicida serial más peligroso en la historia de México, tiene 73 años. Aparentaba ser un vecino normal. Quienes lo conocen, han dicho en diversas entrevistas que era educado e inofensivo, incluso con fama de ser una persona “dispuesta a ayudar”. Hace 12 años tuvo una carnicería y durante mucho tiempo vivió como cualquier otro vecino del lugar.

4.- Apenas en 2018 el caso del “Monstruo de Ecatepec” puso al Estado de México en la prensa internacional, cuando se supo que un matrimonio era el responsable de haber asesinado a más de 10 mujeres, cuyos restos fueron hallados en cubetas bajo cemento y varias bolsas de plástico dentro de un refrigerador. Tres años después, un nuevo caso de horror cimbró no solo a México, sino al mundo.

5.- Andrés “N”, también conocido como “El Chino”, habría confesado al momento de su captura haber cometido al menos 30 asesinatos en dos décadas, declaración que no ha sido validada aún por alguna autoridad, pero la Fiscalía ha anunciado que en su vivienda han sido encontrados más de dos mil restos óseos hasta el momento. Cuatro cráneos completos forman parte de la evidencia.

6.- La detención de “El Chino” o “El Carnicero de Atizapán” se logró gracias a un comandante de policía, quien comenzó a realizar su propia investigación tras la desaparición de su esposa, a quien terminó encontrando desmembrada en la vivienda del asesino, quien paradójicamente era “amigo” de la pareja.

7.- Fue desde el Ipad de su casa, vía la función “FindmyIphone”, que pudo rastrear los últimos movimientos de su esposa en dicho municipio. Con la zona ubicada, logró buscar a través de videos del C4 la ruta que siguió la desaparecida para darse cuenta que el último camino la llevaba a casa de Andrés “N”. El comandante tuvo que usar sus influencias para actuar rápido, pues sabía que las primeras horas eras fundamentales para poder localizarla.

8.- Cuando llegaron los policías a preguntar por la desaparecida, el nerviosismo de Andrés “N” lo delató y fue así como, sin una orden judicial y sin tener una indagatoria en forma, los policías que ayudaban al Comandante a buscar a su esposa pudieron entrar a la vivienda del asesino serial para realizar uno de los hallazgos más terribles en la historia moderna del país.

9.- En el predio se han encontrado una colección de fotografías instantáneas de mujeres reportadas como desaparecidas. El sujeto las retrataba y se filmaba en su sótano mientras seccionaba, destazaba y descuartizaba a sus víctimas. En la casa se encontraron 12 celulares y 12 chips, 29 cassettes con grabaciones y 20 videocasetes en formato Beta, miniDV y un VHS, rotulados con nombres de mujer, de los que aún no se revela el contenido.

10.- Entre los hallazgos hay una libreta con apuntes que daban detalles de los asesinatos. Anotaba el peso de cada parte del cuerpo y la fecha del crimen. Uno de ellos, data del 17 de diciembre de 1994, a las 5:00 de la mañana, donde registró que una mujer “pasó a otra vida”.

11,- Las primeras hipótesis presumen que el sujeto llevaba a mujeres al sótano con engaños para que no se escucharan sus gritos. Les ofrecía despensas y trabajo. Presumía su trabajo, por eso durante el cateo a su vivienda se hallaron vitrinas con fotografías de su actividad política en los Consejos de Participación Ciudadana, cargo en el cual fue reelegido desde 2016.

12.- Entre las primeras declaraciones no oficiales que se han filtrado a la prensa, destaca que Andrés “N” reconoció haber practicado canibalismo y rituales de santería. Su experiencia como carnicero le permitía saber cómo y en dónde cortar la carne de sus víctimas. Se aseguraron cuchillos, machetes, seguetas y otros instrumentos que usaba.

13.- Aseguraba que elegía a sus víctimas por su belleza y las mataba cuando lo rechazaban. Sin embargo conservaba sus rostros, los arrancaba junto a su cuero cabelludo. Ropa, calzado, bolsos femeninos, joyería, maquillaje y credenciales de elector, forman parte de los “trofeos” que guardaba en el sótano de su casa, escondido en su recámara.

14.- Entre las sus víctimas hay mujeres reportadas como desaparecidas en 2016, 2018 y 2019. Las identificaciones oficiales de algunas de ellas se encontraron al interior de la casa del feminicida. Se sabe que las conservaba con sal y también rociaba cal en algunas zonas de la vivienda para disimular el olor.

15.- Andrés “N” llevaba su proceso en prisión preventiva en Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Tlalnepantla, en Barrientos, pero los reos al saber su historia intentaron asesinarlo, por lo que tuvo que ser trasladado al Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Tenango del Valle, por petición de su abogado.

16.- En la audiencia de vinculación a proceso, Andrés “N” dijo ante el juez que fue víctima de tortura y aseguró que en su declaración hay cosas falsas y pruebas inventadas. Contrasta con las primeras versiones que aseguraban que quería contar toda la verdad al Comandante que lo descubrió, pues era “consciente del daño que le había causado a su familia”.

17.- Vecinos de “El Chino” aseguran que tiene una hermana que vivía cerca de él, pero que hace 3 años que la señora y su hija se fueron a Oaxaca a cuidar a un familiar enfermo. Cuando fue aprehendido, intentaron contactar a la sobrina para avisarle pero no pudieron localizarla. Hasta hoy, ningún familiar se ha acercado a preguntar por él o querer visitarlo.

18.- Abogados y familiares de las víctimas quieren que la investigación vaya a fondo, pues algunos consideran que pudo haber tenido cómplices, dada la edad y condición física del sospechoso. Este caso puede superar al ocurrido en 2004, de Juana Barraza “La Mataviejitas”, exluchadora que se empleaba como trabajadora doméstica y que fue acusada de 17 asesinatos. Fue sentenciada a 759 años de prisión.