Regreso a clases, decisión voluntaria
Una vez que las autoridades federales de la Secretaría de Educación Pública (SEP), a través de un anuncio que hizo recientemente el presidente Andrés Manuel López Obrador, determinaron que este lunes 7 de junio ya es factible la reanudación de clases de manera presencial en prácticamente todo el territorio nacional, quizá con la excepción de Quintana Roo, donde el semáforo epidemiológico está en color naranja, ha surgido una controversia en varias entidades federativas, ya que ni las propias autoridades estatales ni los maestros, ni mucho menos un sector importante de padres de familia están de acuerdo con tal disposición.
Lo anterior debido a que, si bien, un segmento significativo de la población ya recibió la vacuna contra el nuevo coronavirus (Covid-19), lo cierto es que también hay otro sector de habitantes que aún no están inmunizados contra dicha enfermedad, por lo que está latente el riesgo de más contagios que podrían derivar en una tercera ola de padecimientos, con lo cual se podría generar un retroceso en los avances que ya se habían obtenido con el Programa Nacional de Vacunación que ha emprendido la Secretaría de Salud desde hace varios meses en territorio nacional.
A partir de esta situación se ha propiciado un debate entre autoridades estatales con los sindicatos magisteriales y que, por supuesto, ha arrastrado a docentes y padres de familia, muchos de los cuales no están de acuerdo en que, ya en estos momentos, se inicie el retorno a clases de forma presencial en los planteles de Educación Básica (preescolar, primaria y secundaria), con el argumento -muy válido, por cierto- en el sentido de que mientras esos sectores que no han sido vacunados no sean atendidos en este aspecto, se corre el riesgo de generar más casos de contagio de Covid-19, en detrimento de la población en general.
Y no obstante que la inmunización contra Covid-19 muestra avances muy significativos, sobre todo en los sectores de habitantes con mayor vulnerabilidad, la realidad es que aún existe temor entre una cantidad importante de la población, por la posibilidad que hay de contagiarse de esa enfermedad que en el país ha dejado más de 300 mil víctimas mortales, de tal manera que México se ha convertido en una de las naciones del mundo que ha acumulado una mayor cantidad de fallecimientos por esa causa y que lo mismo es responsabilidad del Gobierno Federal por el manejo inadecuado de la pandemia, que también por parte de la población, que no siempre ha cooperado para reducir la cantidad de contagios.
Otro argumento que han esgrimido tanto los padres de familia así como los docentes y los directivos de escuelas es que el actual ciclo escolar ya está en la recta final, considerando que en la primera quincena de julio culminan las actividades de ese periodo, con lo que no tendría sentido regresar a las aulas si ya no se va a avanzar en el programa y sólo se estaría perdiendo el tiempo en acciones como la organización para sanitizar e implementar las medidas necesarias para prevenir casos de Covid-19 en el interior y el exterior de los planteles educativos.
La polémica, seguramente, continuará en los próximos días y semanas, por lo que se espera que no haya un acuerdo general entre autoridades educativas y otros actores involucrados en este sector, que se resisten a que las actividades se reanuden en los centros escolares de nivel Básico, sobre todo considerando, efectivamente, que ya restaría muy poco tiempo para realizar una evaluación minuciosa del nivel de conocimientos que tienen los y las estudiantes en general.
Por esta razón, existe una corriente social, y de docentes también, en el sentido de que lo más conveniente y razonable es que dicha evaluación se lleve a cabo una vez que inicie el nuevo ciclo escolar 2021-2022, ya con una programación que involucre a alumnos y alumnas de todos los niveles educativos, con la incorporación de todos los educandos, con la adopción de las correspondientes medidas de sanidad para prevenir contagios de Covid-19 entre la comunidad escolar.
Los padres de familia, por su parte, estamos a la expectativa de saber cómo evolucionará la pandemia de coronavirus para las próximas semanas y meses, ya que lo más importante es proteger la integridad física de nuestros hijos, sin arriesgarlos innecesariamente en estos momentos en los que aún no están dadas las condiciones para que el retorno a las aulas se genere sin el peligro de que se contagien.
Por supuesto que nos interesa que nuestros hijos ya se reincorporen a sus actividades en la escuela de manera presencial; sin embargo, insisto, este proceso deberá desarrollarse de forma gradual, con el objetivo de no poner en riesgo la salud no sólo de nuestros vástagos, sino también de docentes, directivos y de todo el personal de apoyo que labora en los planteles escolares, así como de los padres de familia que acuden diariamente a los centros educativos.
Cada vez se ve más cerca el regreso a una nueva "normalidad" en torno a las escuelas; no obstante, y mientras ese momento se llega, la recomendación sigue siendo no bajar la guardia y continuar aplicando esas medidas esenciales de cuidado preventivo que nos ayudarán a mantener bajo el nivel de contagios, pues habría que recordar que la pandemia aún no se termina, y lo menos que deseamos es que surja un nuevo rebrote.