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Desde Otro Ángulo

La otra pandemia nos alcanzó

Desde otro ángulo

La otra pandemia nos alcanzó

La otra pandemia nos alcanzó

ARLENE CONTRERAS

Las proyecciones de especialistas sobre que nos alcanzaría la otra pandemia, ya lo estamos viviendo.

Existen a nuestro alrededor los daños colaterales que esta contingencia sanitaria ha traído a los seres humanos, y es que no sólo se ha tratado del mortal virus y pérdidas de vidas humanas, que de suyo resulta muy fuerte para el ser humano.

Sino que, además de todo ello, vemos a nuestro alrededor una sociedad dañada; una sociedad sin esperanza; una sociedad enferma; una sociedad vulnerada; no sólo en lo económico, sino en lo emocional.

La otra pandemia nos ha alcanzado. Existe una devastación al interior de los hogares. Hijos abandonados, matrimonios separados, familias divididas y una educación quebrantada.

Basta observar los casos de suicidios que se han presentado en el estado de Durango. Hasta la mitad de esta semana tenemos 86 casos, en lo que va del año; 26 más que el 2020, para estas mismas fechas.

Claro que la otra pandemia nos ha alcanzado. Vivimos una situación muy compleja en el tema de salud mental.

Es urgente que redoblemos esfuerzos todos los sectores de la sociedad, para cobijar nuestras familias, para reforzar los lazos al interior de las familias.

Y este es un tema que no sólo atañe a los gobiernos, sino a todos los sectores de la sociedad: asociaciones civiles, fundaciones, instituciones religiosas. Y, entre todos, buscar reforzar el tema individual y personal de cada ser humano.

La depresión es una enfermedad que está carcomiendo nuestra sociedad y pensará que existe una pasividad de parte de los gobiernos, pero también de nosotros mismos.

El ser humano cada vez se hace más apático al dolor del otro; pareciera que no le importa lo que sucede a los demás.

Estamos en la era del egoísmo. Estamos en el espacio donde todo es interés particular, llámese político, social o económico.

Si saliéramos a las calles y observáramos, haríamos un alto en el camino para detenernos y ver al otro que está en la calle sufriendo la desigualdad y la falta de oportunidades.

Es una realidad que cada vez más vemos cruceros repletos de personas de todas las edades: unos vendiendo aguas, otros chicles o dulces. Están los que hacen malabares o los que limpian parabrisas, todos buscando llevarse unas monedas.

Existen en Durango más de 50 centros de rehabilitación para personas con adicciones, y todos a su máxima capacidad, ojo, y no sólo con personas adultas. No, también hay pequeños: niños y adolescentes de entre nueve a 14 años de edad.

La otra pandemia nos ha alcanzado. Y algo tenemos que hacer de manera inmediata. Necesitamos detener nuestras vidas; dejar el egoísmo y las buenas intenciones a un lado. Requerimos ser intencionales, para atacar esta otra pandemia que, también, destruye la vida misma.

@ArlnContreras

Escrito en: Desde otro ángulo otra, sociedad, pandemia, todos

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