Tras las fiestas, toneladas de basura
Pasado el júbilo de las fiestas navideñas y de fin y principio de año, en las calles de América Latina y el Caribe siempre se repiten las imágenes de toneladas de basura. Una inundación de sobrantes de árboles de pino y abeto, papeles de regalos, cajas de cartón, bolsas, lazos, botellas de vidrio y un sinfín de embalajes, envases, recipientes y piezas de plástico y otros materiales agrava la crisis por el cambio climático ante la contaminación y el deficiente manejo de restantes sólidos.
¿Qué hacer? ¿Cuáles son las consecuencias de esos restos en el cambio climático provocado, entre otros factores, por la intensificación del efecto invernadero ante las emisiones industriales por la quema de combustibles fósiles?
"Es un desastre. No podemos hacer mucho", admitió el comunicador y ambientalista chileno Jorge Serendero, director de la (no estatal) Fundación For the Oceans, de Costa Rica.
"Todas esas toneladas y toneladas de desechos se acumulan estos días en riberas de ríos y en alcantarillas y aceras. Cuando lleguen las lluvias las veremos llegar a los océanos", narró Serendero.
"La acumulación de plástico en el fondo y la superficie de los mares no se puede remediar. Se va a quedar ahí estancado y no va a tener solución. La solución vendrá a futuro. ¿Cuándo? No me atrevo ni a decir una fecha", aseveró.
La realidad es que cada uno de los 650 millones de habitantes de América Latina y el Caribe genera cerca de un kilo de basura al día y la zona, en su conjunto, produce aproximadamente unas 541 mil toneladas al año, lo que representa alrededor de 10% de la mundial, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
IDEA SALVADORA
Un puñado de reos panameños halló una fórmula de reciclaje para elaborar adornos navideños que, finalizada la temporada decembrina, tampoco generan remanentes que se acumulen sin control en múltiples rincones del hemisferio. Otra vía es prohibir el comercio de árboles naturales de uso esporádico en hogares y gran cantidad de sitios y promover los artificiales.
Casas, barcos, adornos y sombreros, entre otros artículos confeccionados con elementos reciclados por reclusos de una cárcel de la suroccidental provincia (estado) panameña de Santiago de Veraguas, fueron expuestos en la feria 'Una Navidad Reciclable'.
"Es la creatividad de la población privada de libertad", dijo la panameña Amarilis Rivera, directora del centro penal.
"En su proceso de resocialización (los reos) aprenden a ser propulsores del medio ambiente al reutilizar artículos que para otros son desechos", explicó, al informar que un grupo de prisioneros recibió adiestramiento en reciclado de un instituto estatal de formación profesional y capacitación para el desarrollo humano.
Pero el ejemplo panameño es aislado ante la avalancha de sobras que, con total descuido, queda desperdigada a la intemperie desde finales de diciembre e inicios de enero para agudizar el persistente deterioro ambiental en América Latina y el Caribe. Los esfuerzos tampoco responden a una política integral. Menos de 10 de los 83 municipios de Costa Rica despliegan campañas para recoger los despojos decembrinos.