Oquídeas a la luz de los siglos
Dos décadas han pasado ya desde que iniciamos este siglo 21 y aunque los avances en ciencia, tecnología y desarrollo humano han sido impresionantes en los últimos sesenta años, aún no se han logrado derribar barreras que permitan la correcta aplicación de estos recursos tecnológicos, humanos y financieros, para que las mujeres puedan acceder con decoro al campo de la ciencia y la tecnología.
Los humanos hemos podido conquistar la luna, llegar con naves no tripuladas a otros planetas, se han descubierto inmensidad de virus, bacterias nuevas enfermedades y sus curas; y sin duda, en cada uno de los procesos de investigación de estos descubrimientos, la mano de la mujer ha estado presente de manera importante. Sin embargo y aunque para muchos es patente la participación de la mujer en la ciencia, al conmemorar el pasado 11 de febrero el día internacional de la mujer y la niña en la ciencia, surgieron distintos datos que prendieron las alarmas en diferentes sectores y que nos deben de llenar preocupación si queremos avanzar con éxito hacia la posteridad.
La directora de la oficina para las mujeres de la Organización de las Naciones Unidas reveló un dato aterrador: "hoy las niñas y las mujeres tienen cuatro veces menos probabilidades que los hombres de adquirir las competencias digitales básicas que serán esenciales en el futuro. Estás desigualdades deben ser un motivo de gran preocupación -añadió-. Y es que sin duda cuando hablamos de un planeta interconectado a través del internet y otros medios digitales, no podemos desestimar esta llamada de atención por el hecho de que la peligrosa falta de acceso a las mujeres a la tecnología, se encuentra relacionada no con la falta de recursos, sino con un estereotipo de género que vincula la ciencia con la masculinidad.
Al respecto de esta discriminación de las mujeres en la ciencia, la diputada federal por Durango Celeste Sánchez con motivo de la misma conmemoración, hizo desde la máxima tribuna legislativa del país un pronunciamiento qué vale la pena rescatar: En nuestro país las mujeres científicas también se enfrentan a un trato injusto cuando aspiran a acceder a becas o plazas relacionadas con su objeto de estudio por poner un ejemplo en el sistema Nacional de investigadores apenas un 37% de la totalidad de estos son mujeres y en la categoría más alta del propio sistema solamente corresponden al sexo femenino un 21% del total
Es urgente pues que México tomé una postura de vanguardia respecto del reconocimiento pleno de las virtudes, cualidades y capacidades de las mujeres en la ciencia ya que en América latina el 45% de los investigadores son mujeres sobrepasando por mucho la media mundial que corresponde únicamente al 28%.
En nuestro país y en todo el mundo, debe terminar a la brevedad la discriminación hacia la mujer poniendo especial énfasis en la que se sufre en la ciencia para que así, no frustré o se atente contra la generación del conocimiento en el que participan docentes, científicas e investigadoras. Retomando las palabras del secretario general de la ONU "no debemos de normalizar que las profesiones tecnológicas continúen siendo parte de una cultura dominada por el hombre. Ya que de no revertirse esta tendencia y si no se tiene una paridad real en mujeres y hombres definiendo y diseñando las tecnologías del futuro, se corre el riesgo de que las relaciones de poder entre hombres y mujeres se inviertan".
Es un hecho entonces, que se debe acelerar el paso para que se aumente la educación en las áreas de ciencia y tecnología y el acceso a ella, de las niñas y las jóvenes de México y el mundo como un ingrediente esencial para un futuro próspero y menos catastrófico.