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Desde la frontera

Cambio verdadero para las mujeres

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ROMEN GARCÍA ARTEAGA

No hay duda de que el feminismo será uno de los ejes clave en esta campaña electoral. Algunos de los episodios más importantes que han venido marcando la agenda política en Durango y en toda la República durante los últimos meses se han movido en el marco de la lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Las marchas del 8M, protestas e indignación contra feminicidios que no dejan de crecer o la batalla por la despenalización del aborto, entre otras cuestiones, son algunos ejemplos de ello.

El término «feminismo» todavía despierta cierto rechazo en una parte de la población, pero este no es más que el siguiente paso dentro de un recorrido de profundización democrática, necesario para fortalecer los valores de igualdad y libertad en un estado republicano. La Real Academia Española define la palabra «feminismo» como: "1. Principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre; 2. Movimiento que lucha por la realización efectiva en todos los órdenes del feminismo." Por tanto, debemos caminar hacia un consenso social que entienda que ser feminista no es otra cosa que luchar por la igualdad de género en todos los ámbitos de la vida.

En la campaña hacia el gobierno del estado, que aspiran a encabezar Esteban Villegas y Marina Vitela, Morena está tratando de posicionar una idea en su estrategia comunicativa: "cambio verdadero es una mujer gobernadora". Pero, ¿tiene eso algo que ver con el feminismo en un sentido amplio? ¿Votar a una mujer para ocupar la gubernatura cambiará por sí mismo las condiciones de las mujeres? El ávido lector ya habrá encontrado la respuesta: efectivamente no.

De nada sirve tener una mujer gobernadora si las mujeres siguen cobrando en el estado de Durango casi mil pesos mensuales menos que los hombres por hacer el mismo trabajo, según datos del Inegi. Que una mujer ocupe un cargo, cualquiera, no va a acabar con la tremenda violencia de género que sufren las mujeres en un estado que, en la primera mitad de 2021, tuvo en promedio una violación al día.

Lo importante no es el género de quien ocupe la gubernatura, lo importante es determinar qué políticas va a hacer desde ahí a favor de las mujeres, para garantizar sus derechos. Apostar por la igualdad es tener proyectos y presentar iniciativas para facilitar su inclusión en el mercado laboral, es dar espacio a las mujeres en los círculos donde se toman de verdad las decisiones, es valorar económicamente el trabajo que realizan y garantizar la obtención de ingresos suficientes para una vida digna.

Políticas feministas de calado son las que atacan la raíz del problema: es la «Ley Quemón» presentada por Gaby Hernández y Aly Gamboa en el Congreso, para un registro público de agresores sexuales y de irresponsables deudores alimenticios; es la instalación de más refugios para brindar alternativas habitacionales a las mujeres maltratadas; es la formación para jueces y funcionarios en igualdad de género; es la educación en igualdad desde la escuela para las siguientes generaciones... Estas (y muchas otras) son políticas verdaderamente feministas que van más allá de un discurso y que sí contribuyen a cambiar la vida de las mujeres.

Morena tiene suficientes legisladores en el Congreso para impulsar iniciativas orientadas en este sentido, pero hasta ahora no han propuesto nada relevante. Para agarrar la bandera del feminismo hace falta mucho más que una pose. Numerosas representantes de la alianza "Va por Durango" han demostrado con hechos su compromiso con las mujeres y la ampliación de derechos. Es más, hasta el momento, el único candidato que se ha comprometido a la composición de un gobierno paritario, donde las mujeres ocupen el 50% de las Secretarías más importantes, es Esteban Villegas.

En definitiva, el cambio verdadero para las mujeres requerirá de dos cosas: primero, más políticas feministas y menos pose; segundo, que nadie intente apropiarse de un movimiento social que no es de ningún partido, porque es de todas y todos. El próximo 5 de junio, votar feminismo no será votar a una mujer, sino a quien tenga las mejores propuestas para ellas.

Escrito en: Desde la frontera mujeres, igualdad, mujer, feminismo

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