Cultura, la gran aliada para el desarrollo
La cultura engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias. Por ello, la cultura da a los hombres y mujeres la capacidad de reflexionar sobre sí mismos, es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos; a través de la cultura discernimos los valores, nos expresamos, tomamos conciencia de nosotros mismos, nos reconocemos como un proyecto inacabado y creamos obras que nos trascienden personal y socialmente.
En los últimos años la cultura ha consolidado gradualmente su papel frente al desarrollo económico y el progreso social, aunque hay que decirlo contundentemente: aún falta mucho. Actualmente no se duda de su importancia como inductora en la integración de comunidades minoritarias, culturas originarias, así como en los procesos de igualdad de género y la problemática de las comunidades urbanas y rurales marginadas.
Sin embargo, lo anterior parece no tener eco en la administración pública nacional y estatal, ya que en los últimos 3 años el presupuesto asignado al estado de Durango en el ramo 48 tuvo un terrible desplome del 90%, lo que provocó una lamentable reducción de proyectos y programas culturales, actividades en centros artísticos, bibliotecas, cancelación de apoyos a artistas, creadores, gestores y promotores culturales, pero sobretodo se le negó la oportunidad a niños y jóvenes de contar con alternativas saludables para que logren un desarrollo humano integral.
A propósito de las próximas elecciones estatales, es esencial que los candidatos tengan en cuenta la importancia de la cultura, ya que es la gran aliada para lograr un desarrollo social integral, siempre y cuando se apliquen las políticas públicas correctas. En lo que al sector cultura respecta, actualmente hay dos temas en los que el conductor o conductora de la próxima administración pública debe prestar especial atención y que seguramente abonarían de manera significativa para que en el mediano plazo se rescate de la marginación, la noble labor que durante más de veinte años ha venido realizando el ICED. 1. Reforma Administrativa Cultural. El ICED requiere de manera urgente una transformación y mejoras en su administración interna, una que vaya encaminada a satisfacer las necesidades de la ciudadanía con relación a sus estructuras, procesos y relaciones institucionales con el objeto de adaptarse a las nuevas necesidades sociales, económicas y políticas. 2. Rehabilitación integral y mejoramiento de la Red Estatal de Bibliotecas. El estado de Durango cuenta con 160 bibliotecas municipales ubicadas en todo el territorio estatal, una gran fortaleza con respecto a la infraestructura cultural que no ha sido aprovechada con eficacia. La REB representa una oportunidad para llegar a todos los rincones del estado a partir de la diversificación y ampliación de las actividades y los servicios que ofrece a la población sobre todo si se reorientan a actividades que abonen al desarrollo autosustentable de las comunidades. Existe un programa piloto, Estaciones Culturales, el cual se implementó durante el 2020 y el 2021 en los municipios que presentan mayores índices de pobreza y marginación, obteniendo extraordinarios resultados. Lo anterior es evidencia de que la descentralización cultural y la reactivación, ampliación y diversificación de actividades en las bibliotecas pueden ser un detonante de desarrollo comunitario.
Finalmente, la cultura forma parte de nuestro ser y configura nuestra identidad, también contribuye a la erradicación de la pobreza y allana el camino a un desarrollo inclusivo, equitativo y centrado en el ser humano. Sin cultura no hay desarrollo sostenible, hacer que la cultura desempeñe un papel importante en las políticas de desarrollo constituye una inversión esencial en el futuro de nuestro estado.
Le deseo una extraordinaria semana.