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Desde la frontera

Las democracias que sí le gustan a Biden

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Las democracias que sí le gustan  a Biden

Las democracias que sí le gustan a Biden

ROMEN GARCÍA ARTEAGA

Hace una semana conocimos la decisión unilateral de la administración Biden de excluir a Cuba, Venezuela y Nicaragua de la Cumbre de las Américas que se celebrará entre el 6 y el 10 de junio en Los Ángeles. El Subsecretario de Estado de EEUU para el Hemisferio Occidental justificó esta decisión tomada por el Presidente Biden afirmando: "no nos parece conveniente incluir a países que no respetan la democracia". Nada más lejos de la realidad.

La exclusión de estas tres naciones solo obedece a criterios ideológicos y geopolíticos. Un simple vistazo a algunas de las "democracias" que sí fueron invitadas a la cita desmonta rápidamente esta falsa justificación de Washington. Veamos algunos ejemplos.

Desde finales de marzo, El Salvador vive un "estado de excepción" decretado por el Presidente, que incluye la suspensión de la libertad de asociación, del derecho de defensa y de la inviolabilidad de la correspondencia. Bukele, en su guerra contra las pandillas que han violentado el país por décadas, está llevando a cabo masivas detenciones ilegales, vulnerando los derechos de miles de ciudadanos encarcelados (incluyendo menores de edad) a quienes se jacta de no brindarles colchonetas para dormir y racionar su comida. Diversas ONG e incluso representantes de la ONU han denunciado la vulneración a los DDHH que está perpetrando Bukele. ¿Su respuesta?: "No me importa lo que digan los organismos internacionales". Sus ataques a la independencia judicial y la censura a los medios de comunicación que contradicen su relato cierran el círculo del totalitarismo de Bukele.

El caso de El Salvador es quizá el más sangrante, pero la falta de democracia alcanza a otros países americanos que Biden también ha creído conveniente invitar a la Cumbre. El Presidente de los EEUU no tiene ningún problema en que el ultraderechista Jair Bolsonaro defienda abiertamente la dictadura brasileña que torturó y desapareció a miles de personas o en que su irresponsable visión negacionista haya causado más de 600 mil muertes por Covid-19 en el país, ocupando el segundo puesto mundial en esta triste clasificación. No es de extrañar que al gobierno estadounidense no le choque ese dato, pues su país es el primero en ese ranking. Tampoco existen inconvenientes para invitar a Iván Duque, responsable de la represión en Colombia a miles de ciudadanos que se manifestaron el año pasado contra su gobierno con un saldo de más de 80 muertos en manos de la policía.

Está claro que Biden solo invita a quienes respetan la democracia. Por eso, Bukele, Bolsonaro y Duque van a ocupar su asiento en la Cumbre de las Américas. Mientras tanto, Daniel Ortega, presidente electo de Nicaragua con más del 76% de los votos, se quedará fuera. Al igual que Miguel Díaz-Canel, líder de una Cuba que lleva más de medio siglo resistiendo el bloqueo económico de Washington con terribles consecuencias. También Nicolás Maduro se quedará en Caracas. Para negociar el abastecimiento petrolero ahora que el crudo ruso no llega a EEUU, al gobierno de Biden no pareció importarle demasiado cuán demócrata era el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.

Así las cosas, con Bukele, Bolsonaro y Duque dentro y Ortega, Maduro y Díaz-Canel fuera, esa Cumbre de las Américas, como dijo una vez alguien en la ONU, "huele a azufre todavía". Al Presidente de los EEUU hace tiempo que se le cayó la máscara que le quisieron poner para enfrentarse a Trump, pero ahora por fin sabemos cuáles son de verdad las democracias que sí le gustan a Biden.

Escrito en: Desde la frontera Biden, gobierno, Bolsonaro, Cumbre

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