Se cumple un centenario de que los mexicanos celebramos a nuestras madres el 10 de mayo. Quién no se acuerda cuando en la escuela nos preparaban por semanas para bailar, cantar, recitar o al menos elaborar una manualidad para entregarla a mamá ese día, semanas de preparación y ensayos; primero, previo pago de la cooperación para la manualidad, luego, aprenderse la dichosa canción de Denisse de Kalafe o cualquier otra alusiva a la fecha, para ese día sacarle no una sino un torrente de lágrimas a las mamás, claro, y el gran día el cabello bien untado de gel, con el inmaculado uniforme, lavado y planchado, precisamente por la festejada. Ya en el colegio, las maestras le prendían con un diminuto segurito un corsage a cada una de nuestras progenitoras, listas para escucharnos cantar la canción que por las últimas tres o cuatro semanas no parábamos de ensayar en casa.
Todas las mamás tienen guardado en un recóndito lugar de su armario, o expuesto en un lugar especial de la casa ese joyero, costurero, mantel deshilado, o aquel cuadro hecho con las pequeñísimas manos de sus hijos, muchas obras de arte abstracto, las cuales ellas veían como un objeto digno de ser expuesto en las más exclusivas galerías o museos de arte.
El antecedente directo de esta celebración nos lleva a Estados Unidos de América, donde la escritora y activista Julia Ward Howe tras la guerra de secesión, comenzó a promover los derechos de las mujeres, así como el sufragio, y en 1870 escribió la "Proclama del día de las madres", donde hace un llamado a las mujeres a promover la paz y el desarme:
" ...Nosotras, mujeres de un país, tendremos demasiada compasión hacia aquellas de otro país como para permitir que nuestros hijos sean entrenados para herir a los suyos. Desde el seno de una tierra devastada, una voz se alza con la nuestra y dice '¡Desarma! ¡Desarma!'.."
A la par, Ann Jarvis, comenzó a promover los derechos en cuestiones de salud y seguridad social de las mujeres trabajadoras, inclusive durante la guerra de secesión organizó a mujeres para atender heridos de ambas trincheras; fue muy activa promoviendo que se estableciera un día específico para conmemorar y reconocer el trabajo de las mujeres, especialmente las trabajadoras. Dos años después de la muerte de Ann Jarvis (1905), su hija, del mismo nombre, promovió activamente por todo el territorio estadounidense la iniciativa del día de la madre, y es en el año de 1914 cuando se oficializa, pues el Congreso de dicho país y el presidente Woodrow Wilson establecen que el segundo domingo de mayo se celebraría el "día de la madre", haciendo énfasis en el papel de la mujer en la familia. En la actualidad esta celebración permanece y varios países del mundo coinciden con ese festejo. Continuará...
*Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana capítulo Durango.