Sin localizar, 424 duranguenses
En este 2018, las autoridades locales y federales captaron denuncias por la desaparición o no localización de tres personas en territorio duranguense, mismas que a la fecha mantienen ese estatus. La cifra, aunque baja en comparación a la de años anteriores, sirvió para que el listado general correspondiente a Durango creciera a 424.
Datos expuestos por el Registro Nacional de Personas Extraviadas o Desaparecidas, indican que se mantienen en dicha condición personas cuya desaparición se registró entre los años 1991 y 2018, entre las cuales se encuentran 37 individuos que eran menores de edad cuando fueron vistos por última vez y 13 más que tenían 60 o más años de edad.
El sistema de información arroja, además, que entre las personas desaparecidas se encuentran 62 mujeres, 21 de ellas menores de edad cuando ocurrió el incidente que desencadenó el procedimiento ministerial.
Los casos más recientes son los de tres varones de 19, 20 y 41 años, todos vistos en territorio estatal antes de desaparecer. Las denuncias por la desaparición de los dos más jóvenes se interpusieron en Durango, mientras que la del adulto de 41 años, fue captada por la Procuraduría del estado de Sinaloa.
El registro marca que el año con más desapariciones no resueltas es el 2010, del cual permanecen abiertas 147 averiguaciones previas. En tanto que el segundo lugar es para el año 2011, periodo en el que desaparecieron 59 personas que aún son buscadas.
Llama la atención, además, que en el 2017 se denunciaron formalmente 48 desapariciones, que es la tercera cifra más alta en el periodo registrado; sin embargo, fuentes consultadas explican que la cantidad fue disparada por las denuncias de familias que buscan consolidar un trámite de presunción de muerte ante autoridades locales, sin que necesariamente la desaparición haya ocurrido el año pasado.
El informe destaca, de igual forma, que entre las personas no localizadas correspondientes a esta entidad, no hay extranjeros.
Cabe señalar que en cementerios de Durango permanecen sin identificar más de 150 personas, la mayoría localizadas en fosas clandestinas; ante ello, las autoridades federales iniciaron una campaña para recolectar ADN de familiares con personas no localizadas, con el fin de abatir dicho rezago en materia de identificación.