Chalecos, ¿Cómo usar esta tendencia en la oficina? Aquí te contamos
El verano 2025 tiene un protagonista inesperado en los armarios de oficina: el chaleco elegante. Una pieza que, aunque lleva siglos en la historia de la moda (desde su auge sartorial en el siglo XVII, su reinvención bohemia en los setenta, hasta el actual dominio en el street style), hoy se reinventa como símbolo de estilo ejecutivo con un toque relajado.
La clave de su encanto está en su versatilidad. Puede ser la prenda principal o un complemento que sume capas y sofisticación. Las pasarelas de Primavera-Verano 2025 lo dejaron claro: Coperni, Boss y Bottega Veneta apostaron por el combo infalible de chaleco y pantalón, una propuesta que conquistó a las más elegantes y que funciona a la perfección para la oficina, donde la formalidad y el estilo se dan la mano.
UNA PRENDA VERSÁTIL
En días cálidos, armar un guardarropa laboral que cumpla con los códigos de vestimenta y, a la vez, sea fresco, parece un reto… pero no lo es tanto. La fórmula está en elegir prendas ligeras y bien cortadas. Los pantalones fluidos o de silueta recta son grandes aliados, especialmente si se combinan con un chaleco clásico de pico y botones al frente, muy años veinte, o con versiones de encaje y bordados que evocan los setenta.
El color también juega un papel clave. El “Mocha Mousse”, nombrado tono del año, se impone como el nuevo neutro para la oficina. Elegante y discreto, reemplaza al negro con la misma versatilidad y un aire más contemporáneo. Un chaleco en esta tonalidad, acompañado de pantalones sastre, es garantía de acierto.
CON ALMA BOHO
Para alargar la figura y sumar elegancia, los pantalones acampanados regresan con fuerza. En clave office, lucen impecables con chalecos acolchados, camisa y, para las más atrevidas, corbata. El toque final: zapatos de punta afilada para completar la silueta.
Y sí, el espíritu boho también tiene lugar entre escritorios y juntas. Un chaleco bohemio, combinado con pantalones acampanados y una blusa romántica de mangas abullonadas, puede ser la declaración de estilo más inesperada. Un pañuelo, corbatín o corbata estrecha añadirán ese plus que transforma el look de “correcto” a “inolvidable”.