Durango enfrenta carreteras en ruinas; el descuido del gobierno costará mil millones de pesos

Durango libra una batalla diaria con su red carretera. Ocho de cada diez kilómetros presentan daños profundos, según la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC). Más que simples baches, se trata de hundimientos, grietas estructurales y deformaciones que ponen a prueba la seguridad de cada viaje.

Tramos que concentran los mayores problemas

• Durango–Mazatlán (México 40)Curvas cerradas, neblina frecuente y una carpeta asfáltica desgastada hacen de este corredor uno de los más temidos por transportistas y turistas.

• Durango–Parral y Durango–Gómez PalacioAmbos tramos estatales registran graves baches, señalización deficiente y zonas con hundimientos, lo que obliga a los conductores a reducir la velocidad de manera brusca.

• Carreteras serranas y caminos ruralesComunidades de la sierra, como Topia y Tamazula, reportan vías prácticamente intransitables en temporada de lluvias, con derrumbes constantes y escasa atención de mantenimiento.

Transportistas locales señalan que las reparaciones parciales “no duran ni una temporada de lluvias”, por lo que los daños reaparecen y se agravan.

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Un descuido que se acumula

A pesar de que el mal estado de las carreteras es un problema reconocido desde hace años, los trabajos de mantenimiento han sido, según especialistas, intermitentes y poco profundos. Organismos como la CMIC y cámaras empresariales recuerdan que los presupuestos estatales en infraestructura han sido insuficientes o dispersos, mientras se privilegian otras obras de corto plazo. 

Para los usuarios de las vías, este abandono se traduce en mayor inseguridad vial y costos crecientes, además de un impacto directo en la competitividad económica de la entidad.

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Cuando el asfalto en ruinas cobra vidas

El deterioro no es solo un tema de incomodidad o gasto vehicular: ya ha tenido consecuencias fatales. En la carretera Panamericana, entre el ejido Revolución (Hidalgo) y Las Nieves, un joven perdió la vida y seis personas resultaron lesionadas al volcarse la camioneta en la que viajaban durante la madrugada.

Vecinos y automovilistas que circulan de manera cotidiana por el kilómetro 302 han señalado que los baches, hundimientos y la falta de señalización convierten ese tramo en una trampa mortal, sobre todo de noche, cuando la visibilidad es mínima. El accidente, ocurrido apenas hace unas semanas, es para los habitantes una prueba dolorosa de cómo el descuido de las carreteras puede derivar en tragedia.

Un rescate que costará caro

La CMIC advierte que se necesitan al menos mil millones de pesos para iniciar una rehabilitación de fondo en la red carretera estatal: reconstrucción de la carpeta asfáltica, reforzamiento de bases, drenaje pluvial y señalización.

Sin una inversión de esa magnitud, los tramos seguirán deteriorándose y los costos —tanto económicos como en vidas humanas— continuarán al alza.