El rojo burdeos llega para dominar la temporada Otoño-Invierno 2025
El rojo burdeos, mejor conocido como el color vino oscuro, borgoña o granate profundo, se consolida como el verdadero tono de la temporada otoño-invierno 2025. Al menos así lo ha confirmado ya en pasarelas internacionales y en propuestas de diseñadores que lo integran tanto en prendas como en accesorios.
Y es que en tan poco tiempo, en este 2025, su tonalidad intensa y elegante ha trascendido su uso ocasional para convertirse en el favorito de estilistas y marcas que buscan combinar sofisticación con carácter sombrío.
¿Por qué es tendencia?
Este tono oscuro evoca el lujo clásico y una elegancia atemporal. Sus matices recuerdan al vino tinto, desde el Barolo hasta el Amarone, lo que lo vincula simbólicamente con lo refinado.
En los desfiles recientes, marcas como Bottega Veneta lo han nombrado “rojo Barolo”, interpretando esa analogía con una botella piamontesa. Otros, como Victoria Beckham, lo han incorporado de forma recurrente en sus colecciones minimalistas.
El resurgimiento del burgundi no es casual: históricamente, el rojo intenso ha sido sinónimo de poder y estatus. En la Roma imperial, por ejemplo, se obtenía de tintes caros y exclusivos como la grana cochinilla, y estaba reservado para la élite.
Ahora, ese aire “aristocrático” se reinterpreta en clave moderna: con cortes limpios, combinaciones mesuradas y un enfoque hacia la atemporalidad.
Presente en todo
Se ve en blusas satinadas, vestidos estructurados, pantalones sastre, suéteres de punto fino y cárdigans. La clave está en mantener líneas sobrias para que el color sea el protagonista sin recargar el conjunto.
Por otro lado, bolsos, botas, bailarinas o cinturones en rojo burdeos funcionan como acentos intensos frente a paletas neutras (negro, blanco, beige, gris). Usarlos en pequeñas dosis permite incorporarlo sin saturar el look.
En el ámbito cosmético, se impone en esmaltes de uñas, labiales oscuros, sombras para ojos estilo “smokey” con matices borgoña y delineadores. De ese modo, el color trasciende la ropa para formar parte integral del estilismo.
El tono y su personalidad
El rojo burdeos es un tono oscuro, profundo, cercano al vino licoroso. No opta por la viveza del rojo cereza ni por la neutralidad del marrón: es un punto medio dramático que aporta intensidad.
Su fuerza funciona mejor cuando se armoniza con paletas neutras o contrastes sutiles, permitiendo que destaque sin competir con otras piezas.
Se presta para transmitir sofisticación y autoridad, pero también para sumarse a sensibilidades más cálidas en combinaciones con tonos terracota, camel o incluso verdes botella.
¿Cómo llevarlo?
Las recomendaciones apuntan a equilibrar el protagonismo del color. Una de las formas más efectivas es combinar el burdeos con básicos neutros, de manera que la intensidad no resulte abrumadora.
Puede utilizarse en una sola prenda central, como un abrigo o un pantalón, y dejar que los accesorios acompañen en discreción. También puede incorporarse en la zona del rostro, ya sea con maquillaje o con pañuelos, para acentuar la fuerza del tono.
Y para quienes prefieren una estética más uniforme, el monocromo en diferentes intensidades de burdeos es una alternativa refinada.
En cualquier caso, lo recomendable es no recargarlo con estampados demasiado llamativos, pues el color ya aporta suficiente presencia por sí mismo.