Navidad 2025: así llegó el árbol de Navidad a México y se volvió una tradición
El árbol de Navidad, uno de los símbolos más reconocibles de las fiestas decembrinas, no siempre formó parte de las celebraciones en México.
Su presencia en los hogares mexicanos tiene un origen histórico poco conocido, ligado directamente al Segundo Imperio Mexicano y a una pareja que marcó una época: el emperador Maximiliano de Habsburgo y la emperatriz Carlota de Bélgica.
El primer árbol navideño en México
De acuerdo con registros históricos, fue durante el Segundo Imperio, a mediados del siglo XIX, cuando se colocó uno de los primeros árboles de Navidad documentados en México, al interior del Castillo de Chapultepec, residencia imperial.
La costumbre era común en Europa, especialmente en regiones de Alemania y Bélgica, de donde provenían Maximiliano y Carlota. Al llegar a México, la pareja imperial introdujo esta tradición como parte de las celebraciones navideñas en la corte.
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Una tradición europea en tierras mexicanas
En ese momento, la Navidad en México se centraba principalmente en celebraciones religiosas como las posadas, las pastorelas y las misas. El árbol decorado con velas, esferas y figuras era algo completamente nuevo para la sociedad mexicana.
Durante el imperio, esta práctica quedó limitada a círculos aristocráticos y a comunidades extranjeras residentes en el país, sin una adopción inmediata por parte del resto de la población.

Del imperio a los hogares
Tras la caída del Segundo Imperio Mexicano en 1867, el árbol de Navidad no desapareció. Con el paso de los años, la costumbre comenzó a difundirse lentamente, impulsada por el contacto con Europa y Estados Unidos, así como por la migración y el intercambio cultural.
A finales del siglo XIX y principios del XX, algunas familias urbanas de clase media empezaron a adoptar el árbol como parte de sus celebraciones decembrinas, combinándolo con tradiciones ya arraigadas en México.
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La consolidación en el siglo XX
Fue durante el siglo XX cuando el árbol de Navidad se consolidó definitivamente como un símbolo común en los hogares mexicanos. La influencia cultural estadounidense, la publicidad, el cine y, más adelante, la televisión, ayudaron a popularizar la imagen del árbol decorado como parte central de la Navidad.
Con el tiempo, la tradición se adaptó al contexto mexicano: nacimientos colocados al pie del árbol, adornos artesanales, esferas con motivos nacionales y decoraciones hechas en familia.
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Una tradición que sigue evolucionando
En Navidad 2025, el árbol de Navidad sigue siendo protagonista, aunque ha evolucionado con los tiempos. Árboles naturales, artificiales, minimalistas, ecológicos o digitales conviven en los hogares, manteniendo viva una costumbre que llegó desde Europa pero encontró identidad propia en México.
Más allá de su origen imperial, el árbol de Navidad se transformó en un símbolo de reunión familiar, esperanza y celebración, integrándose a las tradiciones mexicanas que cada diciembre llenan de luz los hogares del país.