
Navidad 2026: el Santa Claus que conocemos no siempre fue rojo, y Coca-Cola tuvo mucho que ver
Cada diciembre damos por hecho que Santa Claus viste de rojo, tiene barba blanca, mejillas rosadas y una risa contagiosa. Pero esa imagen —tan familiar hoy— no siempre existió.
De hecho, el Santa que domina el imaginario mundial es relativamente reciente… y su origen está ligado a una campaña publicitaria.
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Antes del Santa rojo, no había un solo Santa
Mucho antes de que la publicidad lo uniformara, Santa Claus tenía múltiples apariencias. En ilustraciones antiguas de Europa y América podía verse vestido de verde, café, azul o con pieles gruesas, más cercano a un espíritu invernal, un viajero de la nieve o incluso a San Nicolás, con túnicas largas y aire religioso.
Esto ocurría porque el personaje era una mezcla de tradiciones:leyendas cristianas, folklore invernal europeo y relatos populares sobre el intercambio de regalos. No había una versión “oficial” de Santa, sino muchas interpretaciones culturales coexistiendo.

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La publicidad que lo cambió todo
El punto de quiebre llegó a principios de los años treinta. Coca-Cola buscaba algo muy concreto: que la gente siguiera consumiendo refrescos incluso en invierno, cuando las bebidas frías no eran populares.
En 1932, la empresa encargó al ilustrador Haddon Sundblom crear una imagen de Santa que resultara cercana, alegre y humana. El resultado fue un personaje robusto, sonriente, amable y —clave— vestido de rojo brillante, el color corporativo de la marca.
Sundblom se basó en personas reales para darle rasgos humanos y modernos, alejándolo de la figura mística o religiosa del pasado.

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De anuncio a icono global
Las ilustraciones aparecieron en revistas, carteles, escaparates y tarjetas navideñas. La imagen gustó tanto que se replicó una y otra vez. Con el tiempo, ese Santa se convirtió en el estándar: el que aparecía en tiendas, películas, programas de televisión y decoración navideña.
Poco a poco, las versiones antiguas —verdes, cafés o azules— quedaron relegadas a libros de historia e ilustraciones vintage.
Un anuncio que moldeó la Navidad
Coca-Cola no inventó a Santa Claus, pero sí definió su apariencia global. La campaña no solo vendió refrescos: ayudó a fijar un símbolo cultural que hoy asociamos automáticamente con la Navidad.
Así, sin que muchos lo sepan, cada diciembre celebramos con un Santa que nació del marketing… y que terminó convirtiéndose en tradición.