Piden 16.00 pesos por el kilo de frijol

Según Vicente Victorio Robles, productor agrícola de la comunidad Cuauhtémoc del municipio de Cuencamé, el precio justo por el kilo de frijol en el actual ciclo debería ser de 16 pesos, además del incentivo que otorgan los gobiernos Estatal y Federal, con lo que se podría recuperar la inversión económica que se destina y, al mismo tiempo, se obtendría una ganancia para continuar sembrando el año próximo.

A raíz de que, en su visita reciente a Durango, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador comentó sobre la posibilidad de que el kilo de frijol se debería comercializar a 14.00 pesos en Zacatecas y a 14.50 pesos en esta entidad federativa, entre los campesinos se generó una expectativa muy alta, por lo que se espera que en los hechos los productores puedan vender su grano a un buen precio.

Como referencia, el entrevistado precisó que el año anterior, conforme al esquema de comercialización aprobado por la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (Aserca), el frijol lo estuvieron comprando las empresas acopiadoras a 12.00 pesos el kilo de la variedad Pinto Saltillo, además del incentivo de 1.50 pesos que entregó el Gobierno Federal y 75 centavos que aportó el Gobierno del Estado.

"El asunto en este momento es sacar adelante el esquema de comercialización y que digan el precio para que las empresas autorizadas por Aserca ya empiecen a comprar, pues de otra manera los campesinos van a seguir quedando a merced de los 'coyotes' (intermediarios), que se aprovechan de que hay mucha necesidad para tener unos centavitos para salir el día", añadió el informante.

Mientras tanto, dijo, algunos funcionarios de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) les están recomendando a los campesinos que vendan una parte de la cosecha para que puedan saldar los compromisos más importantes, es decir, las deudas que contrajeron para sembrar y que van desde los pagos por maquinaria como tractores y otros implementos, para que la otra parte de la producción la guarden para llevarla a las bodegas una vez que se anuncie el esquema de comercialización.

Por eso, insistió, es importante que, antes de que se anuncie el esquema de comercialización, los funcionarios encargados de ese proceso analicen a conciencia las condiciones del mercado para que el precio que se autorice en ese programa realmente beneficie a los campesinos, y no a los empresarios que acopiarán el grano en las bodegas que se instalarán en los diferentes municipios.

De otra forma, subrayó, los productores continuarán, como cada año, batallando para subsistir, malbaratando su cosecha y sin recuperar los gastos que destinó desde la preparación de tierras hasta la recolección del grano, que en ocasiones las ganancias se quedan en manos de los "coyotes" o de los empresarios.