El blues de Earl Thomas

A Earl Thomas le gusta Durango. Es su segunda vez en esta tierra a la que apenas hace un año hizo vibrar con su potente voz, con ese estilo y fuerza que le valieron dos nominaciones al Grammy y un lugar en la lista de referentes del jazz y blues estadunidense contemporáneo.

Al igual que en 2017, el músico lideró el cartel del Festival Internacional de Jazz, ahora en su segunda edición celebrada el fin de semana con organización del Instituto Municipal del Arte y la Cultura (Imac). Ese fue el motivo del encuentro.

En una mesa del restaurante del Hotel Casa Blanca, alejados del ruido, Earl inició la conversación hablando de lo cálidos que son los duranguenses. Su carrera como intérprete lo ha llevado a muchos lugares, pero esta ciudad es especial, no solo por sus amigables habitantes sino por su arquitectura, especialmente la de las iglesias y la del Teatro Ricardo Castro, el recinto al que regresó de nueva cuenta para presentar su proyecto musical.

Pero había más de qué hablar, mucho más.

¿Qué tan poderoso es el jazz en el mundo?

Creo que el jazz es muy poderoso en el mundo porque ha perdurado todos estos años, es como la música clásica que también ha perdurado porque es poderosa. La gente sigue tocando jazz alrededor del mundo, en diferentes culturas, lenguajes y puede ser entendido en cualquiera de ellos.

¿Siempre tuviste fe en tu música?

Siempre tuve fe en la música, pero no siempre tuve fe en que yo podía hacer música, en mi carrera y he entregado mi vida completa a la música, amo hacerlo. Más bien en un principio le tuve miedo a la industria profesional. Provengo de una familia muy musical en la que todos cantan o tocan un instrumento y yo no creo que yo sea el que mejor cante de ellos, pero siempre tuve fe y una vez que lo hice profesionalmente supe que iba a ser para siempre.

Tu voz es tu arma, tu creatividad tu amiga ¿de dónde proviene la inspiración?

Mi inspiración es mi familia primeramente. Después empecé a estudiar a artistas, esa fue mi arma: estudiar. Empecé con los más grandes que para mí son Tina Turner en primer lugar, en segundo Rod Stewart y en tercero todos los demás, he escuchado mucho su música y un día dije 'puedo hacerlo' por mi propia cuenta y después sentí la fuerza para convertir mi instrumento en el arma.

¿Tu música debe entenderse o solo sentirse?

Creo que primero sentirse porque entenderla es sentirla, es una buena pregunta.

Has sido nominado al Grammy ¿es solo un premio o un impulso a tu carrera?

Fue una gran sorpresa, pero ¿un impulso? Mmm no. Me dio mucho gusto, pero en realidad me pone más feliz y es más importante tener el respeto de mis colegas y de mi familia, pero sobre todo de mis colegas.

Ya son 25 años de carrera ¿cuál es el siguiente reto?

Retirarme cómodamente, para eso estoy trabajando, es lo más importante ahora (ríe). He sido mentor de jóvenes artistas, estoy trabajando con tres chicos que son muy talentosos y quiero pasarles mi legado. Me gusta la idea de poder enseñar todo lo que se de música, así que creo que lo que sigue es dedicarme a ser maestro.

¿Sigues siendo ese niño soñador con fe en la música?

Sí, sigo siendo ese niño pequeño, siempre y cuando mantenga activa mi creatividad. Por eso todo mundo siempre me dice 'traes una banda nueva o traes un show nuevo', incluso acabo de hacer un hermoso proyecto de gospel a cuatro voces con capela. Cuando estoy creando cosas nuevas es cuando vuelvo a ser ese niño pequeño que estaba sentado pintando con crayolas.