Homenajean a Policías Municipales; 4 murieron en el año

Si bien en los últimos años, la entidad no registra un índice de violencia alto, ser policía sigue como uno de los oficios de mayor riesgo.

Ana Celia Ortiz Ocampo, tiene casi 15 años como elemento de la Policía Preventiva; recorre las calles de la ciudad para evitar incidencia delictiva y atiende reportes de emergencias como riñas, robos, violencia familiar, y lo que se acumule.

Debido a esta labor, ella y sus compañeros son reconocidos con actividades y estímulos, esto por El Día del Policía Municipal.

Hoy por ejemplo, la Catedral Basílica Menor de Guadalupe se vistió de azul con cientos de agentes que acudieron a las 8:00 horas para dar gracias por su trabajo y pedir protección.

Ana Celia cree en Dios, por esto todos los días se despide de sus hijos y esposo, quien también es policía.

Un beso y encomendarlos a Dios, porque este es un empleo peligroso.

“Creo en Dios, me despido de mis hijos de beso, tengo dos, un niño y una niña”.

Recuerda a varios excompañeros que murieron en la labor, por lo menos cuatro.

“Me tocó unos compañeros que balearon cerca de Llano Grandre; se murieron dos”, este hecho ocurrió hace poco más de 10 años.

“También las compañeras de vialidad que fueron atropelladas, que unas fallecieron en el lugar y otras después”.

En lo que va del año, suman cuatro Policías Municipales muertos, pero todos de forma natural, de acuerdo con la información de Óscar Galván Villarreal, Director Municipal de Seguridad Pública, quien a pregunta expresa precisó que al morir entregan a la familia de los agentes un seguro que va de 500 mil pesos a un millón, ello depende de las circunstancia de muerte.

La formación de los agentes ha cambiado, ahora muchos tienen una profesión, en el caso de Ana Celia es la Licenciada en Comunicación Social.

“No estamos aquí porque nos conviene, realmente es el gusto de hacer el trabajo”, dijo la policía.