Piden apoyo para frijol manchado
Campesinos de la zona sur de los Llanos, concretamente de varias comunidades del municipio de Cuencamé, demandan que autoridades del sector agropecuario -estatales y federales- les apoyen en la implementación de un programa para la comercialización del frijol manchado, ya que es grano cuyo precio está sujeto a la ley del libre mercado, es decir, no tiene una cotización fija.
Así lo expuso Vicente Victorio Robles, productor del referido grano de la localidad Cuauhtémoc, del citado municipio, tras precisar que en esta región fácilmente existen alrededor de dos mil toneladas de frijol manchado que no se ha podido desplazar en el mercado a un buen precio, ya que los intermediarios (más conocidos como "coyotes") lo compran a un valor muy reducido, por debajo del real.
A pesar de que se ha hablado sobre el tema con el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (SAGDR) del Gobierno Estatal, Joel Corral Alcántar, hasta el momento no se ha concretado un programa específico para que una o varias empresas participen en la compra de ese tipo de grano que se dañó con las lluvias de la temporada del año pasado.
Este problema, apuntó el entrevistado, no es un problema exclusivo de esta comunidad, sino que abarca otras localidades como Emiliano Zapata, Pedro Vélez, San Ángel y La Purísima, entre otras, del municipio de Cuencamé, situación que se repite en otras comunidades del municipio de Guadalupe Victoria, como Ignacio Allende y la propia cabecera.
"Los campesinos de varias comunidades están vendiendo su frijol manchado muy barato, a seis o siete pesos, a los 'coyotes'. También se dan algunos casos de productores que van a municipios de Zacatecas como Miguel Auza o Juan Aldama, además de Guadalupe Victoria, pero muchos compradores no lo quieren, por lo que la gente ahí lo tiene guardado en sus casas", comentó el informante.
No obstante, Victorio Robles explicó que, si bien, el frijol que se ofrece en el mercado tiene diversos grados de manchado, que va del 10 al 50 por ciento, lo cierto es que se trata de un grano que no pierde sus propiedades alimenticias ni nutricionales pues en ocasiones se torna de color café, pero de ahí en más se puede consumir sin riesgo de ningún tipo, sólo que por su apariencia sí es rechazado por los intermediarios.
Ilustró, además, que hasta la fecha se estima que en esta zona de los Llanos se habrán comercializado aproximadamente unas 600 toneladas, por lo que urge que las restantes mil 400 toneladas, o poco más, sean incluidas en un esquema aparte ya que de lo contrario seguirán vendiéndose a un precio muy bajo, en perjuicio de la economía de los productores.
Por ello la insistencia en el llamado a las autoridades a que intervengan para que los campesinos que aún tienen frijol de las citadas características sean contemplados en un programa especial ya que -recalcó- se trata de un grano que está en condiciones de ser consumido sin problema por parte de la población.