Al menos la mitad de la carne que compran los capitalinos es de origen dudoso, por lo que podría incumplir con las mínimas condiciones sanitarias requeridas.
Ignacio Soto Cháirez, de la Unión de Tablajeros, explicó que actualmente el clandestinaje representa principalmente pérdidas para los tablajeros que están establecidos y reglamentados, pues éstos deben pagar todos los conceptos que implican aspectos desde el sacrificio y almacenamiento en el Rastro Municipal.
En tal sentido, os tablajeros que están en el clandestinaje no pagan los rubros de electricidad, maquinaria, refrigeración y personal para el sacrificio de ganado, por lo que el proceso de la carne está fuera de estándares que marcan las instituciones locales y federales de Salud y Ganadería.
La organización precisó que actualmente en el Rastro Municipal realizan en promedio 275 sacrificios por semana durante las temporadas normales; mientras que en la temporada alta, considerada entre los meses de noviembre y diciembre, llegan a sacrificar hasta 380 animales.
Una cantidad similar sería la que se está procesando actualmente, pues, en el mercado negro.