Rechazan compra de frijol de EU

Antes de pensar en continuar promoviendo las importaciones de frijol proveniente de Estados Unidos, las autoridades federales como la Secretaría de Economía y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader, antes Sagarpa) deberían enfocarse en el apoyo para que los campesinos de México vendan su grano, señaló el productor Vicente Victorio Robles.

El también Presidente del Consejo de Vigilancia del Sistema Producto Frijol del Estado de Durango lamentó que, cada año, las dependencias que deberían respaldar a los productores agrícolas de este país permitan la introducción de frijol procedente de la vecina nación del norte cuando la cosecha mexicana aún no se comercializa en territorio nacional.

POSTURA

Con estas acciones, subrayó el entrevistado, las autoridades mexicanas demuestran la falta de interés con respecto al apoyo que deberían ofrecerles a los campesinos de este país que, cíclicamente, batallan para vender su cosecha y la cual terminan comercializando a precios muy inferiores a los "coyotes" (intermediarios), pues son quienes les pagan el grano de contado.

A diferencia de este mecanismo de compra, abundó, el esquema de compra-venta de frijol que instrumenta la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (Aserca) está plagado de requisitos que sólo desalientan a los productores y los empujan a colocar su cosecha ante el mejor postor, aunque el precio que les ofrecen no sea el mejor.

DESÁNIMO

Y es que, precisó Victorio Robles, en ocasiones, los campesinos no recuperan la inversión que destinaron para hacer producir sus tierras, por lo que su actividad deja de ser rentable al momento que venden el frijol a un precio que no compensa el esfuerzo que dejaron en sus parcelas durante varios meses, lo que termina por desanimarlos; sin embargo, dijo, tienen que continuar porque así es como se ganan la vida.

 PROBLEMA

No obstante, indicó, las autoridades federales no han sabido valorar en su justa dimensión la aportación que realizan los productores agrícolas que se dedican al cultivo del frijol, ya que no se cercioran previamente de si ya se comercializó la cosecha nacional antes de abrir las fronteras de este país al grano procedente de Estados Unidos.