Para el presidente Donald Trump, cerrar la frontera sur de Estados Unidos quizá ya no sea necesario: en vez de ello, ahora amenaza con imponer aranceles de 25% a los vehículos provenientes del vecino país si éste no detiene el flujo de migrantes y drogas que tienen como destino final suelo estadounidense.
Por la mañana, Trump había dicho: "Vamos a darles un año de advertencia. Si México no nos ayuda [en el freno de migrantes], vamos a poner aranceles a los autos. Si [el flujo de] las drogas no para, pondremos aranceles a los autos". Como última medida, se cerraría la frontera sur.
Pero luego, el mandatario cambió de opinión. En una reunión con el viceprimer ministro chino, Liu He, afirmó a la prensa: "No creo que tengamos que cerrar la frontera porque la penalización de los aranceles a los vehículos que llegan a Estados Unidos desde México será masiva, de 25%". Cuestionado sobre el lapso de un año, dejó abierta la posibilidad de imponer los aranceles o de cerrar la frontera antes: "Empezaríamos con los aranceles y veremos qué pasa".
El mandatario expresó que "México ha hecho un muy buen trabajo en los últimos tres o cuatro días [para contener a los migrantes], desde que hablé de cerrar la frontera... Están deportando a gente desde México que va camino a Estados Unidos". Sin embargo, resaltó que esa situación puede cambiar en cualquier momento. "Quizá al término de esta conferencia, o mañana... y si eso para -el apoyo del lado mexicano-, pondremos grandes aranceles". "Lo voy a hacer, yo no bromeo", prometió.
La nueva amenaza de Trump mezcla los puntos más tensos y comprometidos de la relación bilateral entre EU y México: migración, frontera y comercio.