Regalar dinero no es la solución
La entrega de las becas "Benito Juárez" a jóvenes que estudian bachillerato ha sido un tema de choque entre la sociedad mexicana, que día a día tiene un asunto nuevo para confrontarse en las redes sociales. Éste por supuesto, no ha sido la excepción.
La entrega de dinero directo a los muchachos, que en su mayoría ya están muy próximos a votar, es sin duda alguna, más que un asunto de justicia social, un tema político-electoral. Se trata de mantener el paternalismo que tanto daño ha hecho a un sector de la población al que se le programa para vivir del "apoyo" del Gobierno.
No se ha entendido, y al parecer no se entenderá, que esto no es una lucha de clases como muchos lo quieren hacer ver. Que no es que a los "fifís" les moleste que muchachos "chairos" tengan dinero y se puedan comprar celulares o irse a poner uñas postizas, pagarse tratamientos de belleza o patrocinarse una borrachera con el dinero público. Lo anterior es un razonamiento muy absurdo. Se trata de desarrollar programas públicos que en realidad combatan la pobreza y no solo le den paliativos.
Habitualmente, el otorgamiento de becas ha sido condicionado no solo por pertenecer a una clase social determinada sino que el beneficiario debe "dar" algo a cambio: ya sea su compromiso por tener una excelencia académica o deportiva, algún servicio social, realizar algún proyecto en beneficio de la sociedad, entre otras cosas. Todo lo anterior, ayuda en la formación personal del becario, que desarrolla un sentido de responsabilidad, trabaja en la cultura del esfuerzo, forja su carácter y forma en él un pensamiento distinto de superación constante.
Y ese es el principal problema de regalar dinero: que las personas reciben el "apoyo fácil" pero no cambia nada interiormente en ellos y difícilmente pueden lograr mejorar su nivel de vida. ¿De qué sirve tener recursos económicos si no se tiene la capacidad de administrarlo e invertirlo correctamente?
Más que enfocarse en regalar dinero sin ton ni son, en lo que se debe trabajar es en la formación personal, brindar mayores oportunidades de estudio sí, pero también, herramientas que atiendan la salud emocional. Formar integralmente a los jóvenes. Y si esto se logra, entonces que se siga dando dinero a los muchachos pues de esta forma se garantizará que será un recurso público bien utilizado, si no, solo servirá para pagar borracheras y gastos superfluos.
PUNTO Y APARTE.- Existe un serio problema vial en la ciudad de Durango, el cual sigue cobrando vidas. En esta semana, de nueva cuenta, el exceso de velocidad ocasionó un terrible accidente en donde murió una joven madre de familia.
Cada día, sin exagerar, uno maneja jugándose la vida entre tanto conductor histérico, lleno de ira y estrés o bien, de los alcohólicos que les importa poco la existencia de los demás. En lugar de enfocarse en los vidrios polarizados, la autoridad debería poner más esmero en controlar la velocidad en la que circulan los carros y poner sanciones ejemplares.
Como ciudadanos hay que capacitarnos para manejar correctamente. Si cada uno estuviera consiente de sus propias deficiencias en la materia, es probable que bajaría el índice de accidentes.
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