5 AÑOS DE AUSENCIA

Buenas días, compañeros y amigos de este fascinante mundo de las cuatro bases.

Es un placer estar con ustedes esta semana, en la cual mi corazón siente algo de tristeza, pero a la vez satisfacción por seguir el camino del gran manager de mi vida, don Ángel Cabral.

PRIMER LANZAMIENTO

Los 24 de abril no serán lo mismo para mí desde hace cinco años, en donde esa persona que me enseñó el beisbol y me inculcó la pasión por este deporte fue llamado a dirigir al estadio celestial.

Pero la vida sigue y conforme avanza el tiempo me doy cuenta de que nunca se fue, sino que desde donde está sigue viendo por los suyos.

En fin, todos los que conocieron a don Ángel Cabral sabrán de lo que estoy hablando, de cómo era en el campo y fuera de él.

Literalmente se quitaba el pan de la boca para dárselo a quien se lo pidiera, sin importarle si le hacía o no falta.

Es un gran ejemplo como persona, como padre, deportista y más, que es muy difícil de igualar, cosa que tampoco pretendo.

BATAZO DE HIT

Dejando de lado este sentimiento por el quinto aniversario luctuoso de mi padre, son preocupantes los números que me encontré cuando busqué las estadísticas de Mayckol Guaipe, pitcher cerrador de los Generales de Durango.

Lo busqué porque, desde mi muy particular punto de vista, creo que no tiene las cualidades de cerrador, sino de preparador.

En fin, cada quien sacará sus conclusiones, pero los juegos en los que lo he visto cerrar, no me ha gustado, pero esa es labor de los directivos del Club Generales de Durango, no mía.

Como dijera un gran maestro de la crónica: la frialdad de los números es esta:

Mayckol Guaipe no tiene juegos ganados, solo uno perdido, con 9.45 de efectividad.

Ha participado en seis juegos, de los cuales cuatro ha tenido la posibilidad de salvamento, pero solo en dos lo consiguió.

La labor de Guaipe se da, hasta el momento de escribir esta columna, de 6.2 entradas lanzadas, en donde aceptó 11 imparables, de las cuales se descolgaron siete carreras, todas limpias.

Ha goleado a un rival, ha regalado una base por bolas y recetado 14 ponches a los rivales para dar un promedio de bateo contrario de 0.355.

Además de los cuatro ponches conseguidos, Mayckol ha conseguido dominar a cinco enemigos por la vía de los elevados.

Como podemos ver, los números de Mayckol Guaipe no son del todo malos, pero la sensación que dejó en el duelo del martes ante los Tecolotes de los Dos Laredos prendió los focos rojos en la afición.

Sigo pensando lo mismo, que ningún jugador profesional va a querer salir al campo de juego a perder, a hacer errores o no batear.

Lo que sí es reprochable son las mentadas que se escuchan desde la tribuna hacia los jugadores de Durango. Esa no es una afición de beisbol.

Quedamos en tres y dos.