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VÍCTOR HUGO CASTAÑEDA

AMLO: hacia la dictadura imperfecta

VÍCTOR HUGO CASTAÑEDA

AMLO: hacia la dictadura imperfecta

AMLO: hacia la dictadura imperfecta

VÍCTOR HUGO CASTAÑEDA

Sin duda el liderazgo y el estilo personal de gobernar de Andrés Manuel López Obrador, es un liderazgo que agrede, que lastima y que va más por una confrontación y división de nuestra nación que por la reconciliación y construcción del bien común.

No es de mi interés hacer una descripción de los desaciertos y yerros cometidos por el Presidente de la República, pues de ellos nos dan cuenta los diversos medios de comunicación y las redes sociales de manera reiterada y alarmante.

Solo haré un breve comentario de lo que considero una grave violación a los Derechos Humanos de los Mexicanos, el que tiene que ver con la retención del presupuesto destinado al Sector Salud de los mexicanos, entendido éste como el mantenimiento y funcionamiento de nuestra red de hospitales, la atención médica y por supuesto el suministro puntual de medicamentos, sin más limites que los que la propia ley señale.

Por lo demás, es demasiado lo que ya se ha señalado como los principales desaciertos del Presidente en materia económica, energética, petrolera, educativa, de aeronáutica civil y otras decisiones que tienen al país al borde de un verdadero colapso.

Dicho lo anterior deseo referirme en esta breve colaboración al estilo personal de gobernar (Daniel Cossío Villegas) de Andrés Manuel López Obrador. Un estilo que se acepte o no, no corresponde al de un jefe de Estado, sino a un jefe de partido, no corresponde al de un demócrata, sino al de un dictador, no corresponde a un Presidente afable que sabe escuchar, sino a un presidente que confronta, agrede, grita y divide a los mexicanos, no corresponde a un presidente que tenga claridad de rumbo y de objetivos, salvo que el despeñadero sea el objetivo de este terco personaje que ha hecho de su gobierno la palestra de la confortación y la amenaza permanente contra el pueblo que dice gobernar, no corresponde a un demócrata, sino a un representante de la univerbocracia (la palabra y el poder de un solo hombre, la del dictador)

AMLO, no es un Presidente que tenga la menor disposición a respetar la división de poderes, pues ha hecho del poder Legislativo, su reservorio de mandaderos y de la Suprema Corte de Justicia pronto se encargará de doblarla, pues sus decisiones lo han contrariado, como lo fue el caso de la Ley de Remuneraciones del Personal del Gobierno Federal.

Pero tampoco es un Presidente que le guste respetar los órganos autónomos como la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la Comisión Reguladora de Energía, la Comisión Evaluadora de la Educación, el Instituto Nacional Electoral, entre otros, por el contario, poco a poco lo ha ido minimizando hasta fracturarlos y algunos de ellos desparecerlos del mapa legal.

Llama poderosamente la atención el desprecio que el Presidente López Obrador, le tiene a los medios de comunicación y a los periodistas, a quienes agrede un día sí y otro también. Los medios de comunicación y los periodistas se han convertido en sus villanos favoritos y los ha clasificados de conservadores, fifís y ahora los denomina "El Hampa del Periodismo" (sic).

Es evidente que al presidente López Obrador le incomoda, le molestan, le sulfuran los medios de comunicación y los periodistas. Olvidando que una de las grandes luchas y conquistas que los mexicanos le ganamos al viejo régimen priista lo fue el de la libertad de expresión, por lo que es impensable e inaceptable pensar en arriar esta noble bandera.

Y no me refiero a la publicación que se hizo de una larga lista de los medios de comunicación y periodistas que en el sexenio pasado recibieron recursos financieros del Gobierno Federal, eso está bien si se hizo bajo el precepto de transparencia y creo que no, sino de venganza.

Por ello, hoy se hace más urgente el regular la compra de publicidad a los diversos medios de comunicación y justificar la transferencia financiera a algunos periodistas, para acabar con la opacidad y la discrecionalidad.

Los mexicanos debemos defender con todo; la fortaleza, la autonomía e independencia de dos entidades; la primera de ella la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la segunda el sagrado derecho de ejercer la libertad de expresión, sin censuras, sin cortapisas, sin amenazas, con responsabilidad y plena garantía para quienes enaltecen esta necesaria labor.

Si cae la Suprema Corte de Justicia de la Nación y amordazan a los periodistas, habemos iniciado el corto camino para la construcción de una nueva dictadura latinoamericana y pronto nos veremos en la dolorosa realidad de los pueblos hermanos de Venezuela, Cuba y Nicaragua, que poco a poco están siendo carcomidos por sus crueles dictadores.

"...Los errores del pasado,

No justifican los errores del presente...

Escrito en: Víctor Hugo Castañeda comunicación, medios, Presidente, sino

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