Un café con... Joaquín Gardeazábal Niebla

El único candidato independiente en la contienda por la Presidencia Municipal de Durango no negó la inequidad del proceso electoral que deja en desventaja a quienes no emanan de los partidos políticos.

No obstante, en entrevista para El Siglo de Durango, aseguró que, con menos recursos que sus adversarios, logró posicionarse en la preferencia de los electores.

Enfatizó que, aunque no tiene recursos para pagarle a una casa encuestadora, los sondeos de su equipo lo posicionan en primer lugar.

¿Cómo evalúa esta campaña?; ¿qué percibió de los electores?

Es una gran aceptación a este proyecto donde la ciudadanía ya tiene una forma de manifestar su voto que en esta candidatura es un proyecto independiente, fuera de los mismos siete partidos de siempre, con los mismos candidatos de siempre. El sentir general de la ciudadanía es no querer ya nada más con los partidos políticos. A Durango le han quedado a deber.

¿Cuáles son las principales necesidades que le expusieron?

El ámbito del Municipio es muy amplio pero la ciudadanía se centra en tres temas: seguridad pública, servicios públicos de calidad y fuentes de empleo. Mi proyecto es muy ambicioso, es incluyente. Hay mucho que hacer en seguridad, no es nada más contratar más policías. Yo tengo casi 30 años en la función pública y la mayor parte de mi desempeño ha sido en seguridad; conozco de la materia.

En el tema del empleo, generar empleo es también apostarle a inversionistas locales, estatales, nacionales e internacionales, para que se les pueda hacer atractivo Durango. Los candidatos, muchos de ellos, han tenido la oportunidad de hacerlo. ¿Por qué no lo han hecho? Durango ya despertó.

¿Su mensaje a electores ?

Yo espero que esta elección sea de mucha participación. Que nadie se quede sin ir a votar. Por tercera vez vamos a salir con ese coraje, con esa rabia a decirle al gobierno: ya basta de que te gastes mi dinero en campañas. Que la ciudadanía no tengan miedo de salir a las urnas y que ese voto lo emitan por un servidor. Vale la pena, yo no vengo a servirme de la gente.