Aunque sólo se comprometió con el acueducto, algo dejó la visita de AMLO
Agua antes que metrobús, fue el resultado de esta visita de dos días de Andrés Manuel López Obrador a Durango y, aun cuando no dio más detalles, aseguró que el estado "tendrá recursos federales como nunca". Ratificó, pues, su rotundo "no" al metrobús para la Comarca Lagunera duranguense, "porque la gente no lo quiere" y, por ahora, se comprometió con la construcción de un solo proyecto: el acueducto para llevar agua potable de la presa Francisco Zarco a Torreón, Gómez Palacio y Lerdo. No autorizó ninguna otra obra, como se podría haber esperado; la presa Tunal II en el municipio de Durango, largamente solicitada a cada gobierno en turno, tendrá que seguir, entonces, en la lista de pendientes.
El presidente recorrió también los hospitales rurales en los municipios de Rodeo, Guadalupe Victoria y Vicente Guerrero para comprobar personalmente sus carencias, con lo que podría -y debería- terminar la mala atención a la salud, que se volvió crónica durante los últimos años.
Los recursos están llegando a Durango a través de los programas asistenciales diseñados por el gobierno, sostuvo López Obrador, como el 68 y Más, apoyos para personas con discapacidad y las becas Benito Juárez para la población joven. De hecho, según dijo, miles de duranguenses se están beneficiando con el programa "Jóvenes construyendo el futuro".
En cuanto a los apoyos directos para los hombres del campo, las cosas no van tan bien como López Obrador asegura; en el municipio de Guadalupe Victoria fue interrumpido por campesinos que negaron haber recibido recursos, por lo que el mandatario comprometió la visita del secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, y de Ignacio Ovalle Fernández, titular de Seguridad Alimentaria Mexicana, en el curso de la semana entrante, a fin de que resuelvan la ausencia de estos recursos para este municipio llanero. El campo sigue siendo, por cierto, uno de los problemas más difíciles de resolver para esta administración, por lo que se ve.
Anunció, de la misma manera, más recursos para los programas "Sembrando Vida", que sólo se implementa en Durango de entre los estados del norte, así como para Crédito Ganadero a la Palabra y la inversión de mil 500 millones de pesos para la rehabilitación de carreteras y caminos rurales, que ejerce ya la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
O sea, si nos atenemos a la palabra empeñada, hay buenas expectativas para Durango, pero no se puede pasar por alto que estos programas de asistencia a grupos vulnerables arrancaron tarde y de manera irregular; por eso, su funcionamiento es incipiente y falta mucho aún para que estos grupos necesitados puedan aprovecharlos como se debe; prevalece la falta de organización en la delegación federal de Bienestar y esto afecta todo. Eso fue lo que el presidente no mencionó.
Aún así, no se trató de una visita estéril, pues el solo hecho de comprometerse con la dotación de agua potable a la Comarca Lagunera sería darle solución a una demanda de muchos años. Si se logra concretar eso, y no debe tardar, el beneficio puede ser enorme.
Ahora bien, muy justificable es el posible escepticismo hacia las visitas presidenciales en general, porque en Durango no han dado los frutos esperados. Basta recordar las veces que estuvo aquí Enrique Peña Nieto sin pena ni gloria; o quizá sí, cuando inauguró, en octubre del 2013, la supercarretera Durango-Mazatlán, obra con un costo de 27 mil millones de pesos, la más cara hecha por el gobierno federal en la historia, totalmente atribuible a las administraciones de Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa, así que Peña Nieto no pudo colgarse esa medalla.
Tiempo después, inauguró la Estación Multimodal, donde se movilizarían trenes para todo el país, según se dijo, pero todo quedó en un proyecto discursivo. Es decir, como presidente nunca favoreció a Durango y las consecuencias fueron evidentes: un mayor atraso y puros planes sin forma ni seriedad, como se habría requerido.
Fox y Calderón, por su parte, asistieron a inaugurar el Hospital 450, cuando era "el cascarón", estaba casi obra negra y, de todas formas, sin pudor alguno, los respectivos gobernadores los llevaron ahí para la foto. En fin, no fue igual a otras la estancia de AMLO en el estado y debemos pugnar para que mejoren las aportaciones de su gobierno en beneficio de los nuestros.
ENCHARCAMIENTOS INMEDIATOS EN el centro de la ciudad ocasionó la impetuosa lluvia del jueves pasado por la noche, lo cual nos recuerda, por enésima ocasión, la falta de infraestructura pluvial, de la que poco se han ocupado los gobiernos en turno, salvo honrosas excepciones, como Gonzalo Yáñez, quien construyó casi todos los colectores que aún prevalecen... LA SOLUCIÓN INTEGRAL para encharcamientos e inundaciones es un drenaje pluvial en la ciudad, obra muy costosa que necesariamente requiere de un fuerte apoyo económico de los gobiernos estatal y federal. El nuevo gobierno municipal de Jorge Salum debe dar ese paso y, por lo pronto, ya le fue presentada esta demanda al presidente de la República. En el curso de esta semana será planteado este proyecto en la capital del país ante las instancias correspondientes, así como el de una planta potabilizadora para la capital del estado... EL DRENAJE PLUVIAL ES urgente desde hace por lo menos 30 años, pero nunca fue atractivo hacerlo para los gobiernos que solamente tenían en mente el calendario electoral año tras año. Algunos colaboradores del exgobernador Ismael Hernández aseguran que solía decir acerca del drenaje: "Ese tipo de obras no sirven ni para la foto".
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