Vigilan obras para proteger hallazgos

A través del área de arqueología, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha supervisado 25 obras grandes, con la finalidad de proteger posibles hallazgos arqueológicos.

Jorge Antonio Reyes Valdez, director del centro INAH Durango, precisó que se trata de un acompañamiento de arqueólogos en las obras, para que en caso de hallazgo se de el tratamiento adecuado y salvaguardar el objeto.

Algunos usuarios, admitió, tienen temor de solicitar este trámite en el INAH, ya que piensan que se va a cancelar la obra, pero la intención es darle viabilidad al proyecto al tiempo que se protege al patrimonio.

VIGILANCIA RECIENTE

Los últimos trabajos se realizaron el mes pasado. El director precisó que se registraron en Tamazula, Guanaceví y Mezquital.

La supervisión fue para determinar si las obras podían afectar un lugar arqueológico así como para detectar posibles daños a un sitio sagrado.

Este trabajo, explicó el director, se hace de la mano con la comunidad ya que por lo general estos lugares no son del dominio público, las familias son quienes los conocen.

Se refirió al caso de Cerrito Gordo, en Mezquital, uno de los lugares inspeccionados recientemente. Indicó que fue necesaria la socialización del tema con los pobladores ya que sus sitios sagrados son de uso familiar no comunitario.

En la localidad se dictaminó una obra de agua potable. Se entubaría agua desde un manantial.

El director informó que no registraron algún hallazgo.

LOS COSTOS

El trabajo de inspección y dictamen que realiza el INAH no tiene costo para los encargados de las obras; ya que es cubierto por la dependencia Federal.

Sin embargo, la delegación local solo cuenta con un par de arqueólogos que llevan a cabo todas las supervisiones. Además deben dar seguimiento a los proyectos tras haber concretado del dictamen.

Actualmente las obras que más se realizan en la entidad y que ameritan una revisión de este tipo son el desarrollo de campos de celdas solares y de agua potable.