Voto electrónico
Es indiscutible como la tecnología está cada vez más presente en más aspectos de nuestra vida, en algunos casos facilitando labores que antes llevaban mucho tiempo o que requerían muchos recursos, por lo que si seguimos dicha tendencia, podríamos concluir que es cuestión de tiempo que se implemente el voto electrónico en nuestro país.
Hoy que está en discusión como abaratar nuestro sistema electoral, se ha colocado en la agenda pública la opción de implementar el voto electrónico, anteriormente contemplado en nuestra legislación nacional, e incluso utilizado por varios estados en pruebas piloto en elecciones constitucionales, ahora solamente es utilizado de manera simbólica para elecciones escolares o de dirigencias partidistas, así como en consultas ciudadanas.
Actualmente se habla de que para las elecciones de 2021 es posible volver a implementar el voto electrónico, no hay duda de que se cuenta con la tecnología requerida, y que diferentes institutos electorales tanto en los estados como el INE, han realizado diferentes ejercicios, que se podrían considerar exitosos, sin embargo creo que aún falta camino por andar, sobre todo cuando para sociabilizarlo.
Si hablamos de cuestiones positivas, el voto electrónico o urna electrónica, significaría un ahorro, a pesar de que en un inicio implica una inversión importante, esta se compensaría con el material y documentación electoral que se dejaría de utilizar, y con el programa de resultados electorales preliminares que ya sería innecesario, por ejemplo, en el caso de las elecciones de Durango de este año, estaríamos hablando de poco más de 20 millones de pesos de ahorro.
El voto electrónico también permitiría lograr la operación de una casilla electoral con menos personas, la capacitación de los funcionarios de mesa directiva de casilla sería entonces más fácil y por supuesto, esto implicaría también un ahorro para las autoridades electorales. Además los resultados electorales se podrían dar a conocer inmediatamente, y se reducirían las impugnaciones relativas a los errores por llenados de actas.
A pesar de estas cuestiones positivas, existen 2 motivos que han dificultado su implementación. En primer término, ya que la base del sistema electoral es la desconfianza de los actores, durante la historia moderna se han creado infinidad de candados que han asegurado la certeza de las elecciones, sin embargo queda en el imaginario colectivo, que una elección que utilizara tecnología, sería fácilmente manipulable.
Precisamente considero que aquí hay una gran oportunidad, aunque la tecnología que se utiliza en una elección cuenta por ejemplo, con la misma seguridad que tiene una operación bancaria, hemos visto que aunque los ataques informáticos a instituciones bancarias son raros, si son posibles, y aquí se tendrían que asegurar que los mecanismos de respaldo, como la impresión de boletas físicas, sean conocidos y aceptados por los ciudadanos.
Y por supuesto, para implementar el voto electrónico, serían necesarias las reformas legales, tanto a nivel federal como estatal. Diferentes países han implementado el voto electrónico, siendo Brasil e India tal vez los referentes, por lo que sería muy interesante poder analizar más esta tecnología y que todos los sectores sociales pudieran conocer su funcionamiento.
Consejero del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Durango.
Twitter: @omarortegasoria