Moralmente derrotados
Septiembre, considerado el mes patrio, en este 2019 trajo un intenso movimiento político en la entidad. Además del primer Informe Constitucional de Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y de la rendición de cuentas del Gobernador del Estado, fue el cambio de mandato en los 39 municipios de la entidad.
Así, el primero de septiembre fue una avalancha de información en todos los frentes de Gobierno y como sociedad es necesario reflexionar y analizar el estado que guarda el país así como la entidad.
En una "mañanera anual", AMLO ofreció lo que para él es el Tercer Informe de Gobierno al pueblo mexicano, aunque en términos reales es el primero conforme a los estatutos que marca la Constitución Mexicana. No hubo nada nuevo, repitió las cifras alegres que hemos escuchado en más de una ocasión y lo novedoso, lo que acaparó la atención de los medios de comunicación, fue lo que dijo de sus detractores políticos a quienes calificó como "moralmente derrotados". Dicha sentencia fue una verdad que retumbó en medio de una ola de imprecisiones por parte del Presidente.
Que no exista oposición, ya sea por omisión o porque simple y llanamente no tienen elementos (o cara) para poder hacerlo, es un tema preocupante. En toda democracia, que se jacte de serlo, se amerita un contrapeso porque de otra forma, se convierte fácilmente en una dictadura.
El Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) ha demostrado un menosprecio a las leyes que se atraviesan a sus intereses. Ya lo vimos con lo sucedido en Baja California, en donde pretenden ampliar el mandato de la gubernatura de Jaime Bonilla lo vemos ahora con lo que ocurre en Veracruz, donde los diputados morenistas decidieron quitar al Fiscal General de Justicia, Jorge Winckler Ortiz y han puesto como encargada a una abogada. Incluso, la actitud retadora de Morena, al saberse mayoría, se ve hasta en los municipios, por ejemplo Gómez Palacio, en donde la alcaldesa Marina Vitela decidió ignorar la Ley de Imagen Institucional para el Estado y sus Municipios, poniendo su logotipo color guinda.
Los partidos de oposición, como Acción Nacional (PAN), el Revolucionario Institución (PRI) o el Partido de la Revolución Democrática (PRD), repletos de "pecados de corrupción" en su historia, poco pueden hacer ante la embestida de Morena, que se envalentona con la imagen de AMLO y aprovecha el enojo social que aún prevalece contra ellos, para dejarlos en la lona: "moralmente derrotados"
Morena administra bien los cinco minutos de fama de los que goza y será cuestión de tiempo para que sus atropellos, su propia soberbia le pase la factura, pero mientras eso sucede, es necesario que la sociedad se organice para convertirse en el contrapeso que se necesita. De los partidos de oposición poco se puede esperar en la actualidad, es mejor no formarse falsas esperanzas.
PUNTO Y APARTE: Aunque se esperaba hasta cierto punto una transición tranquila para Jorge Salum del Palacio, los nombramientos de algunos de sus directores de área se ha trabado al interior del Cabildo pues no ha logrado el consenso con regidores de oposición, por lo menos para lograr la mayoría calificada que se necesita.
La actitud de los regidores que se oponen al nombramiento de Antonio Bracho Marrufo, al frente de la Dirección Municipal de Seguridad Pública, suena más a un capricho o un intento de figurar ante la opinión pública.
Según el Reglamento de la Dirección Municipal de Seguridad Pública de Durango, el nombramiento del titular de esa dependencia deberá recaer "preferentemente" (y esta palabra es clave porque no implica obligatoriedad), "en una persona de reconocida probidad y honestidad, y con amplia experiencia en materia de seguridad pública". Es decir, no habría por qué haber problema alguno.
Esta situación hace recordar una vieja leyenda que cuenta hace muchos años, los regidores cotizaban muy bien sus votos para aprobar algún nombramiento o alguna reforma que impulsaba el gobernante en turno. Pero esto, por supuesto, es solo una leyenda y no es el caso.
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